Los futbolistas mayores aún no cobraron salarios de septiembre y octubre, mientras que a los más jóvenes se les adeuda octubre. También existen deudas con empleados y prestadores de servicios
El conflicto económico en Newell’s volvió a estallar puertas adentro del club. Este martes, el plantel profesional decidió no presentarse al entrenamiento en el predio de Bella Vista en señal de protesta por los retrasos en el pago de sueldos, una situación que también afecta al resto de los trabajadores de la institución.
La medida se tomó luego de que el equipo, dirigido por Lucas Bernardi, lograra el pasado fin de semana asegurarse la permanencia en Primera División. Pero lejos de un cierre en paz, el malestar por la falta de respuestas económicas volvió a tensar el clima interno.
Según trascendió, los futbolistas mayores aún no cobraron los salarios de septiembre y octubre, mientras que a los más jóvenes se les adeuda octubre. También existen deudas con empleados y prestadores de servicios, que aseguran no percibir haberes desde agosto.
Una situación que se repite
No es la primera vez que los trabajadores de Newell’s denuncian demoras en el pago de sus sueldos durante 2025. El pasado 22 de septiembre, el personal del club realizó una asamblea frente al estadio Marcelo Bielsa, reclamando exactamente lo mismo.
“Tenemos promesas vacías de que se paga la semana que viene o el fin de semana, pero lo cierto es que, estando casi a fin de mes, el personal todavía no percibió el salario”, había señalado en ese momento Diego Marcón, abogado de Utedyc, en diálogo con Radio 2.
En mayo, la dirigencia también había mantenido un atraso salarial de casi dos meses, llegando a abonar apenas el 30% del sueldo de mayo y con complicaciones para el pago del aguinaldo.
Sin certezas y con partido a la vista
Mientras se espera un comunicado oficial del club que aclare la situación, la medida de fuerza deja en suspenso la preparación de Newell’s para el último partido del torneo frente a Racing, que se jugará en el Coloso Marcelo Bielsa.
En medio de un presente deportivo ya resuelto, el foco vuelve a estar en la crisis financiera y organizativa que atraviesa la institución del Parque, con jugadores y empleados reclamando por lo más básico: cobrar su salario.