Diputados británicos llamaron a reforzar la regulación que se aplica a las redes sociales, en particular a Facebook, en un informe publicado este lunes en Londres, para impedir que difundan noticias falsas comportándose como «gánsteres digitales».
Reino Unido se suma así a otros países europeos que, como Alemania o Francia, ya alertaron de la necesidad de regular y vigilar sus acciones.
A principios de febrero, el organismo alemán encargado de la competencia limitó la explotación por Facebook de los datos de sus usuarios, prohibiéndole aprovechar las informaciones recolectadas por otras web o por sus filiales, que incluyen a Instagram y WhatsApp.
Y en noviembre, el Parlamento francés adoptó dos proposiciones de ley para luchar contra «la manipulación de la información» en periodo electoral.
«Se necesita una modificación radical de la relación de fuerzas entre estas plataformas y el público. La era de una autorregulación inadecuada debe llegar a su fin», afirmó el británico Damian Collins, presidente de la Comisión de Cultura, Digital, Medios y Deporte en la Cámara de los Comunes.
«Las empresas como Facebook no deberían estar autorizadas a comportarse como gánsters digitales en el mundo en línea, considerándose por encima de las leyes», subraya el informe publicado este lunes.
Esta comisión parlamentaria estuvo durante más de un año investigando el fenómeno de las «fake news», con particular atención en las prácticas de Facebook, y su impacto en recientes votaciones en Reino Unido, en particular en el referéndum sobre el Brexit en junio de 2016.
A sus sesiones se asociaron en noviembre diputados llegados a Londres desde Argentina, Brasil, Bélgica, Canadá, Francia, Irlanda, Letonia y Singapur.
«Impedir este tipo de abusos»
Para luchar contra los contenidos «perjudiciales» o «ilegales», y proteger los datos personales de los usuarios, el informe recomienda que se cree en Reino Unido un «código deontológico vinculante», y que un regulador independiente vigile e imponga su cumplimiento incluso con acciones judiciales o fuertes multas.
El coloso estadounidense de las redes sociales y la mensajería móvil afirmó en un comunicado no haber esperado a la publicación del informe para reaccionar.
«Hemos llevado a cabo cambios sustanciales para que todo anuncio político en Facebook sea previamente autorizado, se mencione su financiación y después se clasifique en nuestros archivos consultables durante siete años», explicó Karim Palant, responsable de la política pública de Facebook en Reino Unido.
Así, la empresa «triplicó el tamaño del equipo que trabaja para detectar y proteger a los usuarios de los malos contenidos, llevándolo a 30.000 personas, e invirtió masivamente en el aprendizaje automático, la inteligencia artificial y la tecnología de visión por ordenador para ayudar a impedir este tipo de abusos».
Facebook está implicado en varios escándalos en diferentes países, como las acusaciones de injerencia rusa en su plataforma durante las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, pero también el hecho de que la empresa británica Cambridge Analytica explotara con fines políticos datos de los usuarios de la red social sin que ellos lo supieran.
Su sistema de mensajería WhatsApp fue por su parte utilizado en Brasil para calumniar al candidato izquierdista a las presidenciales Fernando Haddad, rival de Bolsonaro en el balotaje.
En sus más de 100 páginas, el informe pide también al gobierno británico que lleve a cabo una «investigación independiente» sobre la «influencia extranjera», incluida la rusa, y la desinformación en el referéndum del Brexit, pero así mismo en las elecciones legislativas de mediados de 2017 y en el referéndum sobre la independencia de Escocia en 2014.
Un portavoz gubernamental informó que el ministro de Cultura británico, Jeremy Wright, se reunirá esta semana en Estados Unidos con responsables de Facebook y otros gigantes de internet como Google, Twitter y Apple.