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Pareja platense aislada por coronavirus: “No tengo temor de estar afectado”


Regresó a La Plata tras un crucero por Asia y afirmó que ninguno de los dos presentan síntomas de esa enfermedad

Regresó a La Plata tras un crucero por Asia y afirmó que ninguno de los dos presentan síntomas de esa enfermedad

El médico platense que se encuentra en cuarentena junto a su esposa, tras haber regresado a la Argentina de un viaje en un crucero por Asia, dijo hoy no sentir temor por un posible contagio del virus COVID-19 y remarcó que ninguno de los dos presentan síntomas de esa enfermedad.

Se trata de Eduardo Ferraresi, quien junto a su mujer cumple cuarentena en su vivienda de la capital bonaerense tras regresar de un viaje en el crucero que amarró en Camboya, luego de ser rechazado por varios países debido al temor por el nuevo coronavirus, que surgió en la ciudad china de Wuhan.

«Estoy encerrado en mi casa: no puedo recibir gente ni salir a la calle», detalló el profesional en declaraciones a C5N y al diario El Día y remarcó que «no tengo temor de estar afectado».

Ferraresi, médico terapista, y su esposa Diana, psiquiatra, quienes no tienen síntomas de coronavirus, contó que se embarcaron el 15 de enero en el crucero Westerdam en Hong Kong y al llegar a Manila el gobierno de Filipinas informó que no permitiría el ingreso del barco al puerto por temor a eventuales casos de coronavirus a bordo.

El profesional precisó que luego siguieron rumbo a Taiwán, donde se les permitió desembarcar y recorrer el lugar, pero que más tarde se les impidió el ingreso a los puertos de Japón, Corea del Sur y Shangai, hasta que fueron recibidos en Camboya.

«Nos dirigimos entonces hasta Tailandia, pero al llegar al puerto de Bangkok una lancha torpedera se nos puso al lado y le ordenó al capitán volver a aguas internacionales», dijo.

Tras una escala en San Pablo, Brasil, el matrimonio arribó a Ezeiza el 15 de febrero pasado.

Ferraresi contó que entre los 1.500 pasajeros del crucero había un caso sospechoso, el de una mujer de 83 años, que «finalmente dio negativo» y estimó que «si hubiera habido virus, hubiera habido un desastre».

«Esos días en el barco, éramos cuatro argentinos. Los pasajeros entendieron todo lo que ocurría, no hubo ni una voz disonante», rememoró y contó que sólo algunas personas oriundas de China usaban barbijo porque «en teoría, arriba del barco no había virus».

«Entré a Argentina el sábado 15. Me bajé del avión y me estaba esperando mi hijo. Fui a una fiesta familiar y, al día siguiente, fui a visitar amigos. El martes me llamaron de la subsecretaría de Salud de la municipalidad de La Plata y me pidieron que me aislara», detalló el médico.

Ferrarresi narró que «formalmente nos enteramos gracias a que el secretario de Salud de la Municipalidad me llamó para avisarme. Desde entonces estamos con mi mujer en casa, donde debemos permanecer encerrados hasta fin de mes».

«Nos dijeron que en estos días vendrá un equipo del Ministerio de Salud para tomarnos muestras y hacer análisis para determinar si es necesario continuar con el aislamiento; yo diría que un poco tarde porque alguno de los dos podría estar enfermo asintomáticamente y contagiar al otro», apuntó.

El médico aseguró que «hace días que no podemos ver a la familia, mi mujer tuvo que suspender turnos programados con pacientes y yo estoy viendo cómo consigo alguna certificación oficial de la orden de aislamiento para justificar mi ausencia en el trabajo».

Ferraresi expuso que el crucero les devolvió el dinero del viaje, les pagó los pasajes a Argentina y les regaló un viaje idéntico al que no pudieron concretar.

Regresó a La Plata tras un crucero por Asia y afirmó que ninguno de los dos presentan síntomas de esa enfermedad