Diversos estudios científicos han demostrado a lo largo de los años la relación entre el estrés laboral y los infartos. Mirá de qué se trata
Diversos estudios científicos han demostrado a lo largo de los años la relación entre el estrés laboral y los infartos. Mirá de qué se trata
Por Leonardo Biolatto – www.mejorconsalud.com
El estrés laboral se encuentra asociado al riesgo de infarto en todo el mundo. No hay país ni sociedad que escape a este vínculo, que fue incrementándose con el paso del tiempo debido a las nuevas situaciones laborales y a la vorágine del ámbito del trabajo en la actualidad.
Por otro, la mortalidad asociada a las enfermedades cardiovasculares no ha retrocedido, como sucede con diversas patologías. En realidad, en los últimos tiempos se han detectado incrementos de hasta un 15% en la mortalidad cardiovascular.
A su vez, la discapacidad que se asocia a eventos cardiovasculares aumentó más de diez veces: son las secuelas que quedan en personas tras padecer un infarto o un accidente cerebrovascular.
En particular, aquellos trabajadores que realizan su labor en ámbitos estresantes están expuestos a un factor de riesgo agregado. Algunos estudios registran hasta 48 % más de riesgo entre estas personas que en el resto de la población.
Y la posibilidad de infartarse aumenta exponencialmente cuando los estresados reúnen otras condiciones como tabaquismo u obesidad. A largo plazo, el estrés laboral también está asociado al riesgo de infarto. Un trabajador estresado aumenta la probabilidad de un evento coronario en 15 %a los 10 años respecto a otro trabajador sin estrés.
¿Qué es el estrés laboral?
Algo que tenemos que definir primero para encontrar el vínculo entre estrés laboral y riesgo de infarto es qué entendemos por una situación estresante de trabajo. Sabemos que no significa lo mismo para todos, pero hay ciertas pautas que permiten unificar el criterio.
El estrés laboral se suele entender como la combinación entre una alta demanda psicológica del trabajador y un nivel de control escaso sobre la situación en la que se trabaja. Es decir, el trabajador sufre internamente por las tareas que debe concretar y, sin embargo, no encuentra mecanismo para adaptarse.
En general, los trabajadores estresados son aquellos que consideran que se les exigen muchos resultados en poco tiempo, carecen de espacios libres para realización personal, realizan tareas monótonas y se perciben sin decisión sobre sus labores.
Si la persona se adapta a estas situaciones no padecerá estrés, pero si no es capaz de elaborar mecanismos de defensa eficientes, o no es capaz de modificar su entorno, entonces se quiebra. Allí aparecen los síntomas del estrés laboral:
- Depresión
- Taquicardia
- Estados de ansiedad o angustia
- Insomnio
- Irritabilidad
- Falta de concentración
- Contractura muscular
¿Por qué se asocia el estrés laboral al riesgo de infarto?
Hay mecanismos fisiopatológicos que explican por qué el estrés laboral está asociado al riesgo de infarto. Las investigaciones en este sentido han develado diversos aspectos del aumento del riesgo.
En primer lugar, se ha notado que los trabajadores estresados asocian a su estilo de vida a otros factores de riesgo. Por ejemplo, son fumadores en mayor medida, consumen alcohol frecuentemente o son excesivamente sedentarios. También desempeña un rol importante la mala dieta.
Cuando hay estrés, sea cual sea el origen, la amígdala cerebral incrementa la producción de sustancias que están detrás de la formación de placas de ateroma en las arterias. Además, el estrés activa instintivamente al sistema nervioso simpático, el cual libera noradrenalina, aumentando la frecuencia cardíaca y cerrando las arterias.
Si el estrés laboral causa depresión –algo que es común- aumentan sustancias en el organismo como el fibrinógeno y el factor de necrosis tumoral. Estas sustancias son inflamatorias, y se suman a los otros procesos arterioescleróticos.
También está probado que las situaciones de estrés activan a las glándulas suprarrenales, las cuales liberan cortisol en la sangre. El cortisol, conocido como hormona del estrés,desencadena procesos que pueden culminar en eventos cardíacos, además de favorecer la obesidad y la diabetes.
Cómo reducir el riesgo de infarto asociado al estrés laboral
No es fácil elaborar estrategias que reduzcan el riesgo de infarto por estrés laboral. Hay muchos factores que exceden al ámbito laboral en sí mismo,y que dependen de la personalidad del trabajador o de cuestiones intrínsecas como la edad.
Lo que sí pueden establecer las empresas y los empleadores son régimenes de actividad física. Se pueden plantear espacios de gimnasios en los trabajos o pausas activas programadas. Con la realización regular de ejercicio se disminuye notablemente el estrés y, por ende, el riesgo cardiovascular.
Por su parte, el trabajador estresado debe establecer mecanismos de contención humana que lo ayuden. Los lazos de amistad y de familia son un soporte importante, sobre todo para la depresión. A mayor aislamiento, mayor es el espiral de estrés.
También han demostrado utilidad técnicas de relajación y de manejo del estrés. Pueden impartirse por parte de los empleadores o ser iniciativa de quien padece la situación.
Pero, por sobre todas las cosas, lo que se requiere es un doble compromiso: empleadores y empleados. Ambos deben trabajar mancomunadamente para reducir el riesgo de infarto asociado al estrés laboral. Cada cual, poniendo de su parte, establecerán ámbitos más saludables.
Fuente: www.mejorconsalud.com
(*) Leonardo Biolatto: graduado en Medicina por la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) en el año 2008. Máster en Promoción de la Salud y Desarrollo Social, en titulación conjunta, por la Universidad Pública de Navarra (España) y la Universidad de Bordeaux (Francia). Especialista en Auditoría Médica por la Universidad Tecnológica Nacional (Argentina) y en Medicina Familiar y Ambulatoria por el Hospital Italiano de Buenos Aires (Argentina).