Política y Economía

Para Solá, fortalecer el Mercosur «no es una cuestión épica sino de supervivencia»


Así lo expresó el canciller, al encabezar en el Palacio San Martín la presentación del libro "Mercosur, una política de Estado"

El canciller Felipe Solá consideró hoy que «fortalecer el Mercosur no es una cuestión épica sino de supervivencia», tras el cortocircuito entre el presidente Alberto Fernández y su par del Uruguay, Luis Lacalle Pou, en la última cumbre virtual.

«El Mercosur fue una decisión política derivada de ciertas condiciones regionales, situaciones de cada país y de una conmoción internacional bien interpretada, por eso hay muchas decisiones políticas que nos esperan para el futuro», dijo Solá al encabezar en el Palacio San Martín la presentación del libro «Mercosur, una política de Estado».

Su coautor y recopilador es Mariano Kestelboim, embajador argentino ante el bloque regional y ante la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).

Durante el evento, Solá afirmó: «La política debe tener una mirada amplia, y los sectores productivos esperan que les digamos hacia dónde vamos, esto es una responsabilidad indelegable».

«El mandato histórico ya no es el fuerte de la cuestión. Hay 30 años de historia, sí, pero en este mundo de cambio permanente ya no solo se trata de algo épico o romántico, sino que afianzar el bloque es una cuestión de supervivencia, por ejemplo de la industria, sea lo que fuera que produzca».

Junto al ministro de Educación, Nicolás Trotta; el senador Jorge Taiana y Kestelboim, el canciller recordó que el Mercosur tiene un «enorme activo que se logró al fortalecerse el comercio intrabloque y cuando los ciudadanos sintieron como propio el espacio en otro país de la región».

Destacó el papel estratégico del Mecanismo de Adaptación Competitiva y del Fondo para la Convergencia Estructural del bloque (FOCEM) y la necesidad de ampliarlo.

Dijo además que en la actualidad «surgen problemas de gobernanza que cuestionan la globalización en diferentes partes del mundo; ahora hay otra revolución potenciada por la pandemia, las desigualdades y las injusticias».

Destacó que en medio de un mundo convulsionado «la fuerza de los hechos es imparable y exige una capacidad negociadora fuerte».

Consideró que hace falta «más participación de todos los sectores, de los gobernadores, de los alcaldes, porque o hacemos la integración con todos o no se podrá hacer, siempre con una alta dosis de política».