CLG dialogó con Marcelo Barros, secretario general del gremio, sobre la situación de los trabajadores en el marco de la pandemia
El Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) atraviesa una situación complicada desde hace ya algún tiempo con gran cantidad de despidos. En ese contexto, sumando la pandemia, CLG dialogó con Marcelo Barros, de Smata Rosario, quien aseguró que el gremio tuvo un 2020 «complicado». Sin embargo, afirmó que esperan mejoras para fin de año.
En primera instancia, Barros destacó: «A nosotros el gobierno anterior nos hizo un desastre». «De 3.000 trabajadores que teníamos en General Motors, ahora tenemos mil», indicó. Y añadió: «Aparte, lo mismo pasó en todas las empresas satélites. Hubo casos en que se bajó de 450 a 105 empleados o de 130 a 30».
El gremialista remarcó que a raíz de este contexto se fue «buscando solucionar lo más que se podía». «Empezamos a trabajar con rotativas para que no despidan a la gente y logramos mantener 1.100 en GM», señaló.
A fines de agosto de 2019, General Motors y Smata acordaron un sistema de trabajo con suspensiones rotativas que se extendió en principio hasta enero de 2020 y luego fue renovándose durante el año pasado en plena pandemia.
«Consensuamos con los empresarios, la gente nos apoyó, el gremio apoyó. Tuvimos un acuerdo mutuo entre las dos partes y buscamos sacar lo mejor que venía», manifestó.
A este complejo contexto, se le sumó la pandemia: «El año pasado fue complicado». Así y todo, aseguró que «hay un horizonte». «Creo que en tres meses va a mejorar», reveló. A lo que agregó: «Hay dos mil trabajadores de afuera y de acá que están trabajando 24 horas para terminar de acomodar las líneas de producción para el nuevo vehículo que van a hacer».
Con el nuevo modelo, que compartirá línea de montaje con el actual Chevrolet Cruze, la planta podría volver a poner en funcionamiento el doble turno.
Por último, se refirió a los ajustes salariales: «Nosotros tenemos un acuerdo hace tres años aproximadamente con concesionarias y autopartistas. Cada tres meses calculamos el costo de vida y se fija más arriba. Es automático eso y ya no se discute más».