Rusia expresó hoy su preocupación por la situación creada en Venezuela, tras el reconocimiento por distintos países europeos de Juan Guaidó como presidente interino de ese país, e insistió en la necesidad de un diálogo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.
«Valoramos como alarmante la situación, resultado de una burda violación del principio de no injerencia en los asuntos internos de un Estado soberano», sentenció hoy el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, durante una intervención ante los estudiantes de la Universidad Eslava Ruso-Tayika en Dusambe.
Agregó que cuando «desde fuera anuncian que Venezuela tiene ahora un nuevo presidente interino eso ya no tiene nombre».
Para Lavrov, también es preocupante que las iniciativas que buscan alentar el diálogo interno sean «rechazadas y suplantadas» por otras ideas dirigidas «a un cambio de poder», citó la agencia de noticias EFE.
En este sentido, volvió a expresar el respaldo de Moscú a la conferencia internacional, con la participación de todas las fuerzas políticas venezolanas en Montevideo, propuesta por México y Uruguay, y cuestionó la validez del Grupo Internacional de Contacto formado por países europeos e iberoamericanos por su enfoque basado en «ultimátums».
Además, lamentó que los países europeos ignoren el interés de Rusia y de China para participar en la búsqueda de alternativas para ayudar a las partes enfrentadas en Venezuela a llegar a un acuerdo.
El Kremlin se pronunció ayer también sobre el apoyo europeo a Guaidó, al calificarlo de una «injerencia directa e indirecta en los asuntos de Venezuela».
El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, insistió en que los únicos actores capaces de resolver la crisis política interna en el país latinoamericano son los propios venezolanos, mientras que el paso dado por los países de la Unión Europea «no favorece de ninguna forma un arreglo pacífico, eficaz y viable de la crisis» que atraviesa Venezuela.