"La gente votó en libertad y el resultado fue claro y contundente, lo que otorga una gran legitimidad al gobierno entrante", afirmó el jefe de la misión, Manuel González
La Organización de Estados Americanos (OEA) calificó de «claro y contundente» el triunfo de Luis Arce en las elecciones presidenciales de Bolivia, en los comicios que marcaron el retorno al poder del Movimiento al Socialismo (MAS) del exmandatario Evo Morales, casi un año después de ser obligado a dimitir por una rebelión militar en medio de denuncias de fraude que fueron respaldadas por el ente regional.
«La gente votó en libertad y el resultado fue claro y contundente, lo que otorga una gran legitimidad al gobierno entrante, a las instituciones bolivianas y al proceso electoral», afirmó el jefe de la misión, Manuel González, al publicar el informe preliminar de la OEA sobre los comicios realizados el domingo.
Con más del 90% de las actas de las mesas de votación contabilizadas, Arce, exministro de Economía de Morales, obtenía un 54% de los votos, escoltado de lejos por el expresidente y candidato por la derechista alianza política Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, con 29%, según el escrutinio oficial.
En tercer lugar queda el ultraconservador Luis Fernando Camacho, con 14%.
En los comicios del 20 de octubre de 2019 la OEA había denunciado una «manipulación de votos», cuando Morales apareció vencedor en primera vuelta para un cuarto mandato consecutivo, luego de que el sistema de conteo rápido quedó suspendido por más de 20 horas.
La conclusión del informe de la OEA derivó en la anulación de los comicios, movilizaciones masivas, disturbios sociales, y una rebelión militar que obligó a Morales a renunciar, después de 14 años en el poder .
La violencia callejera durante la rebelión militar y las primeras semanas del gobierno de facto de Jeanine Áñez dejó más de 30 muertos y 800 heridos.
«Gracias al informe de auditoría realizado tras las elecciones del año pasado, hoy el país tiene una autoridad electoral independiente y tuvo una contienda más equitativa y transparente», defendió González, excanciller de Costa Rica.
La aseveración de la OEA se produjo luego de que ayer el Grupo de Puebla y el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) solicitaran a la OEA la remoción de su cargo de su secretario general, Luis Almagro, por el «papel desempeñado en el marco de las elecciones de Bolivia de 2019» y «las relaciones excluyentes que mantiene con otros países del área».
También ayer, México cuestionó al secretario general OEA por la misión que el organismo envió a las elecciones de ese país, que fueron anuladas en 2019, y lo acusó de «lastimar la democracia».
«Ustedes han deslegitimado a las misiones electorales», acusó el representante de México Maximiliano Reyes, subsecretario para América Latina, quien subrayó que «lo que ocurrió con la OEA en Bolivia no debe repetirse jamás».
Los comicios del domingo fueron conducidos por un Tribunal Supremo Electoral (TSE) modificado tras la caída de Morales y el conteo oficial, aunque lento, confirmó las proyecciones que hicieron dos encuestadoras privadas la noche de los comicios.
«La autonomía e independencia del órgano electoral fue clara y marcó una gran diferencia en comparación con la cooptación que sufrió el tribunal anterior», señaló González.
Morales, cuya participación en estos comicios fue prohibida, quedó fuera de la contienda electoral por primera vez en 20 años y optó por elegir a Arce, su delfín, como su sucesor.
El exmandatario está refugiado desde hace ocho meses en Argentina, tras una primera escala de meses en México inmediatamente después de su renuncia el 10 de noviembre y en su país enfrenta causas por terrorismo y financiamiento de terrorismo, iniciadas después del Golpe de Estado.
La contundente victoria de Arce, un economista de 57 años, fue reconocida por sus rivales, comenzando por Áñez, férrea detractora del MAS y por Mesa.
Gobiernos de América y representantes de organismos internacionales felicitaron el lunes a Arce, entre ellos Argentina, México, Venezuela, y Estados Unidos, con el cual Morales mantuvo una fuerte confrontación.
Ambos países carecen de embajadores desde 2008.
El anuncio de la OEA echa un balde de agua fría a las protestas que desde hace dos días llevan adelante centenas de personas en al menos cuatro ciudades del país -principalmente en Cochabama y Santa Cruz, bastión de la derecha, para rechazar la elección de Arce, denunciar un supuesto fraude y rechazar un posible regreso de Morales a Bolivia.
Ayer, luego que el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, felicitara al país tras el resultado de los comicios, Arce declaró: «No estamos felices de recibir ningún piropo de la OEA, todo lo contrario, estamos indignados porque vinieron con la misma delegación que el año pasado».