La candidata a vicepresidenta dijo que Trump vive "una realidad diferente" cuando dice que no hay racismo en el sistema judicial
La candidata demócrata a la vicepresidencia, Kamala Harris, quien acompañará a Joe Biden en las elecciones del 3 de noviembre, sostuvo hoy que «hay bases» para acusar a los policías que le dispararon por la espalda al afroestadounidense Jacob Blake en Kenosha, Wisconsin.
«No tengo todos los hechos, pero sobre lo que vi, hay bases para presentar las acusaciones», afirmó Harris en una entrevista concedida a la cadena CNN. Harris dijo, además, que el presidente estadounidense, Donald Trump, y su ministro de Justicia, William Barr, viven «una realidad diferente» cuando dicen que no hay racismo en el sistema judicial del país.
En Estados Unidos existen «dos sistemas de justicia», afirmó Harris. Blake, de 29 años, recibió un disparo en la espalda por un policía blanco el 23 de agosto después de alejarse del oficial y de otras dos personas que intentaban arrestarlo.
El oficial, Rusten Sheskey, abrió fuego después de que Blake intentara ingresar a su vehículo, donde se encontraban sus hijos, el mayor, de 8 años de edad. El tiroteo fue filmado y publicado en redes, lo que provocó varias noches de protestas y disturbios en Kenosha, una ciudad de aproximadamente 100.000 habitantes entre Milwaukee y Chicago.
Sheskey y los otros oficiales que estaban en el lugar fueron puestos en licencia administrativa en espera del resultado de una investigación por parte del Departamento de Justicia de Wisconsin. Ninguno de ellos fue acusado. Según el sindicato de la policía de Kenosha dijo que Blake tenía un cuchillo y se negó a soltarlo.
Las versiones del sindicato aseguran que Blake peleó con la policía, incluso que le hizo una llave en la cabeza de uno de los oficiales, y que la policía utilizó dos veces una pistola Taser. Nada de esto se ve en el video.
Por su parte, el Departamento de Justicia de Wisconsin dijo que se recuperó un cuchillo del vehículo de Blake, pero no aseguró si lo sostenía cuando los agentes intentaron arrestarlo.
Raysean White, de 22 años, dijo que vio a Blake pelearse con tres oficiales y los escuchó gritar: “¡Suelta el cuchillo! ¡Suelta el cuchillo! » antes de que estallaran los disparos, pero aseguró que no vio un cuchillo en las manos de Blake.
Blake habló públicamente ayer por primera vez desde que un oficial de policía le dispara siete veces en la espalda. En el video publicado en su cuenta de Twitter, filmado por el abogado de la familia, Ben Crump, Blake contó que siente un dolor constante y los médicos temen que lo dejará paralizado de cintura para abajo
Blake detalló desde su cama de hospital que su vida se trata de «24 horas de dolor, nada más que dolor: duele respirar, duele dormir, duele moverse de un lado a otro, duele comer”. “La vida puede cambiar en un instante”, dijo Blake, chasqueando los dedos.
El tiroteo a Blake removió las recientes heridas que dejó el asesinato del afroestadounidense George Floyd el 25 de mayo también por parte de un policía blanco, y despertó las dolencias constitutivas y fundacionales del racismo sistémico estadounidense. Durante las protestas en Kenosha que siguieron al ataque a Blake, Kyle Rittenhouse, un joven blanco de 17 años asesinó a tiros a dos personas e hirió de gravedad a otra.
Rittenhouse había salido armado a patrullar los comercios en defensa de la propiedad privada y la vida de los policías bajo la consigna “Blue lives matter” (“las vidas de los policías importan), un slogan que se apropia del “Black Lives Mattrer” (Las Vidas Negras Importan).
El abogado John Pierce, que defiende a Rittenhouse de los cargos de homicidio intencional, renunció a su cargo con un fondo de defensa que recaudó más de 700.000 dólares para defender a su cliente y causas conservadoras, informó la cadena CNN. El caso Rittenhouse se convirtió en un foco político.
Por un lado, Pierce argumenta que Rittenhouse actuó en defensa propia cuando disparó a las tres personas el 25 de agosto durante una tercera noche de protestas por el tiroteo de Blake. Sin embargo, el martes pasado, durante su visita a Kenosha, Trump dio un relato contradictorio con el de los fiscales, y dio a entender que el adolescente solo disparó a los hombres después de tropezarse y que lo atacaran.