El ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, advirtió en Bagdad que la ofensiva lanzada por Turquía el pasado día 9 de octubre sobre el norte de Siria pone en peligro un lustro de avances en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
«Lo conseguido en nuestros cinco años de combate contra el EI está amenazado por la ofensiva turca en el noreste sirio», alertó el jefe de la diplomacia francesa en una rueda de prensa en la capital iraquí, donde se encuentra en visita oficial. Tras reunirse con el canciller iraquí, Mohamed Ali al Hakim, Le Drian mantendrá una reunión con representantes de la coalición internacional de lucha contra el EI, liderada por Estados Unidos y que estos días se está retirando del norte de Siria, para estudiar las repercusiones de la operación de Ankara.
En su reunión en Bagdad, ambos titulares de Exteriores abordaron la actual situación en Siria, donde los kurdosirios y Damasco tratan de frenar el avance de las tropas turcas y sus milicias aliadas en medio de la salida de la coalición internacional. La preocupación de los países europeos es que el desbande en la zona permita que combatientes del EI se infiltren a través de la frontera sirio-iraquí y hacia Europa a través de la frontera con Turquía, informó la agencia de noticias EFE.
Las autoridades kurdas aseguran que debieron reducir la cantidad de efectivos que disponen para vigilar a los 12.000 yihadistas y alrededor de 70.000 familiares de miembros del EI que afirman tener detenidos en cárceles y centros de detención, para poder defenderse de los turcos. En la misma rueda de prensa, Al Hakim afirmó que trasladarán de Siria a Irak a todos los combatientes yihadistas iraquíes y sus familiares «para juzgarles de forma justa».
El pasado sábado, el Ministerio francés de Asuntos Extranjeros anunció la suspensión inmediata de la exportación a Turquía de material de guerra «susceptible de ser utilizado en el marco de la ofensiva en Siria», como también hicieron otros países. El Ejército turco ha lanzado una ofensiva contra los territorios controlados por milicias y autoridades kurdosirias, donde quiere establecer una «zona de seguridad» de unos 30 kilómetros de profundidad desde la frontera turca y de 480 kilómetros de largo.