Desde el Movimiento Sindical Rosarino creen que la unión de fuerzas es la mejor manera de plantarse ante el gobierno nacional. Ante la situación que atraviesa el país, “se puede pensar nuevamente en una CGT Rosario”, dijo Walter Palombi, secretario general del sindicato de Trabajadores de Correos de la ciudad.
El dirigente gremial dialogó con CLG acerca de la actualidad que atraviesan los trabajadores y también opinó sobre las distintas medidas que está tomando el gobierno nacional. “Este modelo económico nos hace retrotraer a la década infame del 30”.
“Los argentinos estamos volviendo a lo peor de nuestra historia. Desde lo político, este gobierno nos lleva al 55, cuando había persecuciones, cárcel a los opositores y desapariciones de las personas”, enfatizó Palombi.
“El país está en un momento de quiebre. Ningún argentino de bien puede estar ajeno a lo que está ocurriendo y todos tenemos que estar dispuestos a enfrentar a un modelo perverso, que viene a llevarse las mejores conquistas de nuestra historia”, agregó.
Consultado sobre la actuación de la estrategia sindical, tanto a nivel local como nacional, expresó: “Desde el Movimiento Sindical Rosarino creo que, con nuestras virtudes y defectos, estuvimos a la altura de las circunstancias, por lo menos en lo que corresponde a intentar frenar y darle pelea a este gobierno. Además, estamos en la grata tarea de tratar de reconstruir vínculos con otros compañeros de distintos movimientos sindicales para ver si logramos una unidad en acción y volvemos a formar la CGT Rosario”.
“En cuanto a lo nacional, creo que la CGT no ha estado a la altura. Pasaron muchas cosas en el país, por las que el movimiento obrero debería haber reaccionado antes. No alcanza con un paro por año. Hay muchas cosas que se pueden hacer para revertir esta situación. Vemos una quietud importante en la CGT, y diría que hasta rozando la complicidad en algunas cuestiones”, continuó.
Por último, se refirió a los despidos que se están dando en Santa Fe: “Lamentablemente esta sangría de trabajadores no va a parar. El modelo económico actual, que es para muy pocos, exige que haya menos trabajadores”. “Estamos luchando día a día. Aquellos que tenemos relación con lo estatal o con las empresas públicas, más cerca que lejos la vamos a pasar mal también, de eso no tengo ninguna duda”, finalizó.