Al menos ocho personas murieron y otras 25 resultaron heridas hoy en un ataque suicida contra una patrulla policial junto a un frecuentado templo sufí de la ciudad de Lahore, en el este de Pakistán, informaron fuentes oficiales.
«Ocho personas, entre ellas cinco policías, murieron y otras 25 fueron heridas, incluyendo agentes», dijo el jefe de Policía de Punjab, Arif Nawaz Khan, en una rueda de prensa, en la que precisó que «unos siete kilos de explosivos fueron utilizados en el ataque suicida dirigido al cien por cien contra la Policía».
El objetivo fue una furgoneta de la Fuerza de Élite de la Policía de la provincia de Punjab que se encontraba de patrulla con motivo del mes sagrado musulmán de Ramadán, que comenzó ayer en la nación asiática.
«A causa del mes de Ramadán, la seguridad se ha incrementado especialmente en los lugares de culto y templos», explicó Ishfaq.
El primer ministro de Pakistán, Imran Khan, condenó «rotundamente» la explosión y expresó «su dolor por la pérdida de vidas», indicó la oficina de Khan en un comunicado, reprodujo la agencia de noticias EFE.
El pasado 12 de marzo, al menos 20 personas murieron, casi la mitad de ellas pertenecientes a la minoría chií hazara, y 40 resultaron heridas por la explosión de una bomba oculta, reivindicada por el grupo Estado Islámico (EI), en una bolsa de papas en un mercado en el oeste de Pakistán.
La violencia ha disminuido notablemente en Pakistán desde que el Ejército lanzó una operación en las zonas tribales del noroeste en junio de 2014, que más tarde amplió al resto del país.
En ese operativo murieron 3.500 supuestos terroristas, de acuerdo con datos del Ejército no verificados de forma independiente.