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Pagar el mínimo de la tarjeta de crédito: un espiral impagable


En el contexto de crisis, los plásticos han cobrado un papel importante en la economía de muchas familias. Sin embargo, los intereses son desmedidos. "Llegan arriba del 100% anual", afirmaron desde la Asociación Práctica Ciudadana a CLG

Las tarjetas de crédito se han convertido en la actualidad en una herramienta fundamental de la economía familiar en muchos casos. La actual crisis lleva a utilizar los plásticos en situaciones que antes eran impensadas, en cuestiones básicas como la compra de alimentos. Pero hay un problema: a la hora de abonar el resumen, muchos lo hacen sólo con el mínimo y la complicación llega con los altos costos que luego deben pagar de intereses.

CLG dialogó con Luciano Tamous, abogado e integrante de Asociación Práctica Ciudadana, para conocer un poco más sobre el tema. En primer lugar, confirmó: «En los últimos cuatro años, desde que asumió Macri fue terrible como aumentó esta situación» del uso de las tarjetas de crédito.

En un contexto socio económico poco favorable y ante un mayor nivel de uso, genera, por su parte, que algunos opten por pagar el mínimo cuando llega la cuenta y eso deriva automáticamente en grandes tasas de interés. «Los intereses son altísimos, porque las tasas son del 55% y si están en mora se incrementa mucho más», aclaró el abogado.

Además, señaló lo que puede acarrear pagar el mínimo: «Van generando intereses que llegan arriba del 100% anual, entonces hace que sea un espiral que no se pueda pagar nunca». «Lo que deja es un tendal de gente que nunca se va a recuperar», añadió.

Según datos del Banco Central, actualmente las entidades bancarias llegan a cobrar una tasa efectiva anual de hasta 170% en los productos tradicionales. Por otro lado, para las tarjetas bancarias, la tasa tope es un 25% mayor que la de los préstamos personales.

El pago mínimo es en función a lo que cada uno compra y varían en cuanto al riesgo del cliente yendo desde el 5 al 50%, el problema surge en el último tiempo de la necesidad de «usar la tarjeta para comprar comidas, remedios, cuestiones básicas». Así analizó: «A los de las tarjetas lo que les interesa es que la gente no pague a término para poder endeudarla más».

Este aumento quedó registrado en cifras oficiales del Banco Central ya que las operaciones realizadas en junio dejaron un saldo de $401.514 millones, lo que implica un 1,4% más que mayo. En una comparación interanual, el crecimiento fue de 19,2%.

Por último, Tamous se refirió al contexto y criticó fuertemente el rol del Estado en todo el conflicto: «Está totalmente ausente. No le interesa, pretende que la gente se perjudique cada vez más».

Por otra parte, el titular del Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (Cesyac), Juan Marcos Aviano, afirmó a CLG que “hay mucha gente que está cancelando las tarjetas de crédito y pagando la deuda con la solicitud de créditos personales”. Y agregó: “El pago mínimo es imposible. Estamos hablando del ciento por ciento promedio de intereses por el pago mínimo. Es insostenible”.

Sin embargo, Aviano consideró que en esta grave situación, hay otras aristas para analizar y difirió con Tamous al expresar: “La gente se ha retraído en el consumo, por lo tanto hay menos operaciones con tarjetas de crédito. Los datos oficiales de CAME, del Banco Central indican que ha disminuido y tiene que ver con las altas tasas de interés y la disminución del poder de compra de los sectores medios y bajos”.

Por otra parte, ambos entrevistados coincidieron en que la mayor cantidad de operaciones que están ocurriendo son en “compra de alimentos”. “La gente realiza la compra del supermercado en cuotas”, concluyó Aviano.