CLG Radio dialogó con el titular de la Pastoral de la Drogadependencia, quien reclamó mayor presencia del Estado en los barrios: "Ante el abandono, la calle brinda las alternativas que tiene"
Si bien el impacto económico de la pandemia alcanzó a prácticamente a todas las áreas, los sectores vulnerables fueron los que lo sufrieron con mayor intensidad, como sucede en todas las crisis. En los barrios populares rosarinos la preocupación no sólo pasa por la disparada en la demanda alimentaria, sino por la situación de violencia, consumo y narcotráfico que los atraviesa. En ese sentido, CLG Radio dialogó con el padre Fabián Belay, titular de la Pastoral de la Drogadependencia del Arzobispado de Rosario, quien habló sobre los efectos de la pandemia y la cuarentena en los barrios vulnerables y el rol del Estado.
«Aunque resulte paradójico, sin presencia institucional en el territorio no es posible el aislamiento. La presencia de las escuelas, de los centros de salud, de las instituciones, de las organizaciones sociales y de las distintas iglesias habrían ayudado mucho más al aislamiento. Pero al no estar presente eso, no hay quien genere consciencia de lo que se está viviendo», comenzó explicando el referente local, en el programa que se emite por LT3.
Belay apuntó al crecimiento del desempleo y la imposibilidad de realizar changas: «Lo laboral realmente es un problema, sobre todo para los que trabajan en la construcción. La gente que quiere construir algo no tiene abastecimiento de materiales, lo que complica a los que realizan esas changas. Hay un combo de factores que agravan la situación que tenemos en Rosario».
En ese contexto, se refirió al recrudecimiento de la violencia en la ciudad, la cual afecta en mayor parte a los barrios populares: «La inseguridad no es una cuestión aislada de la sociedad, tiene como raíz un montón de cosas: la desigualdad social, el gran consumo de sustancias, la falta de políticas en las adicciones y las armas».
Por otra parte, cuestionó a la dirigencia política: «Nosotros no terminamos de asumir que hay dos Argentinas y cuando uno toma medidas o legisla no se lo puede hacer como si uno estuviese en el primer mundo. Se tiene que contemplar la realidad de la vulnerabilidad. Tal vez en cualquier otro sector hubiera sido real que no haya que abrir las escuelas ni los clubes, pero cuando uno aplica eso mismo en los barrios populares lo que se genera es todo lo contrario».
«Al no tener esa presencia, que tal vez era la única que pudiera haber generado consciencia, lo que termina pasando es esto: más crisis. El Estado tiene presencia, el tema es si esa presencia responde a la realidad», añadió.
«No es que un día a alguien se le ocurre dedicarse a salir a robar, sino que ante ese abandono la calle brinda las alternativas que tiene. La nocturnidad te brinda eso. Estamos hablando de adolescentes y jóvenes que están atravesados por el consumo», remarcó.
En ese sentido, el padre Belay llamó a formar una red entre las instituciones sociales que trabajan en los barrios: «La escuela sola no puede, la parroquia sola no puede, el club solo no puede. Acá es necesario sentar a todos los que tienen presencia territorial. Es un momento para no mirar nuestra propia quinta, sino el bien común. Todos nos tenemos que sentar a ver cómo podemos generar una red. Se necesita el bien común por encima del bien individual, porque si no el círculo virtuoso que generan todas estas instituciones es reemplazado por el círculo vicioso que genera la calle».
«Basta con el progresismo de escritorio. Gente que está pensando todo el tiempo en un progresismo que no genera igualdad, que no soluciona los problemas de los sectores vulnerables, que no responde a las necesidades de las mayorías que ven vulnerados sus derechos. Como dice Francisco, en una terapia intensiva uno no ve si se le soluciona la diabetes o la hipertensión, se trabaja sobre la crisis», cuestionó.
Escuchá la entrevista completa al padre Fabián Belay en Con La Gente Radio (LT3), acá: