Espectáculos

Pablo Rago: «El streaming es buenísimo, pero la experiencia del cine es insuperable»


El actor dialogó con CLG acerca de este parate que hubo en la industria cinematográfica nacional y además dio detalles de sus últimas películas

Por Mario Luzuriaga

El actor Pablo Rago estuvo en Rosario presentando «Un encuentro con Malvinas», film en donde estuvo bajo las órdenes de María Fernanda Moreno. Luego de un año de inactividad por la pandemia, el actor dialogó mano a mano con CLG acerca de los momentos difíciles que vive un trabajador del arte, así como también de sus últimas participaciones en la pantalla grande.

—¿Cómo sobreviviste la pandemia sin poder trabajar?

—Rarísimo. Fue un año muy raro, viví todo tipo de emociones. Al principio pensé que estaba bien que paremos un tiempito, pero a medida que se iba alargando me empecé a angustiar. Veía que se podía armar algo a mitad del año pasado, cuando abrían los teatros en Córdoba, y cuando se cerró todo nos pasa como a los boxeadores, la piña que no das es la que te duele más. Estábamos muy preocupados y a la espera, fue muy angustiante. Todavía no terminó pero se mueve un poco más, el cine ya abrió y tuvimos la suerte de estrenar «La noche mágica», película de Gastón Portal, que protagonicé con Natalia Oreiro y Diego Peretti. Pienso que es buenísimo el streaming, pero la experiencia en el cine es emocionante.

—¿Cómo fue ese trabajo en «La noche mágica»?

—Estuvo buenísimo, ya había trabajado con todos los compañeros de la peli. Habíamos terminado de filmar «El robo del siglo» con Diego y a los 20 días empezamos a trabajar en este proyecto. Fue muy especial porque teníamos que trabajar de noche, lo cual te cambia todo el ecosistema, pero está bueno meterte en la locura de la película. Me gustó mucho el resultado final y cuando nos juntamos a leer el guión no entendíamos para donde iba. Al verla después uno tiene una idea de cómo iba a encarar y eso no pasa, me encantó y comparto con Peretti de que es una peli lisérgica.

—Sos un rehén y cómplice a la vez en la película.

—Fue muy agotador, estaba atado en una cama, pero fue muy divertido. Con Natalia (Oreiro) tenemos la mejor, (Diego) Peretti es un lujo a la hora de trabajar; y Esteban Bigliardi es un actor tan efectivo, es vehemente y eso funcionó. Gastón Portal hizo algo muy bueno con todo esto y le funcionó.

—En «El robo del siglo» sos parte de una banda de criminales, pero en tu caso eras un tipo familiero.

—Fue muy raro de algo que ya sabíamos de que iba a ser una película, todos fuimos testigos de este hecho, muy enganchado y sacando teorías de lo que iba a pasar y finalmente entró la policía y encontraron ese panorama. Cuando empezamos a filmarla, nosotros estábamos en contacto con dos de ellos: Araujo, el cerebro de la operación; y «Marciano», el personaje que yo hago. Estuve con él una semana completa y era muy raro, fueron delincuentes pero son personas encantadoras e inteligentes. Cuando hablaban del «trabajo» que hicieron y en un punto me puse a pensar que cuando armamos una obra o un partido de fútbol, viene otro que tiene un amigo y se suma. Ellos lo planearon así, con una perfección quirúrgica, reconocieron los túneles; y todos estuvimos emocionados (risas).

El robo del siglo» (Estreno: 16 de enero) – GPS Audiovisual

—Contame sobre el plano de la película en donde todos ven el botín.

—Fue genial, entramos al set y entré con Araujo, vimos las montañas de billetes, lingotes y demás; y le pregunté si eso fue así y me dijo que se parecía bastante y me pidió que le sacara una foto apoyado con la pila de guita (risas). Otra más graciosa es ver a Guillermo Francella haciéndose selfies con la pila de dólares (risas), fue algo gracioso, como un juego de chicos.

—¿Estás con nuevas propuestas?

—Hay muchas propuestas, también tengo dos series, las cuales tengo una cláusula de confidencialidad, ahora se puso de moda eso. Hay una peli para junio, también otra serie en Córdoba en la que estoy involucrado en el guión y la dirección. Ahora me voy un mes y medio para allá y luego regreso a Buenos Aires con lo que me espera.