Un estudiante denunció que fue atacado por dos hermanos en una fiesta clandestina de Claromecó. Tiene quebrado el tabique y comprometida la visión de un ojo
La Justicia ordenó la detención de dos hermanos rugbiers que están acusados de atacar a un joven en una fiesta clandestina en la playa de Claromecó el domingo pasado. Se trata de los mellizos Lucio e Ignacio Cozzi (31), que fueron jugadores de La Plata RC.
La jueza Verónica Vidal, a cargo del Juzgado de Garantías Nº1 de Bahía Blanca, ordenó hoy la detención de los platenses. Están acusados de golpear a Felipe Di Francesco (23), estudiante de abogacía, hasta provocarle graves lesiones.
Según expresó la propia víctima tiene fractura de tabique, varios dientes astillados y comprometida la visión de un ojo. Deberá ser operado.
“En Claromecó no se le pega a los pibes” y “basta de impunidad” son dos de las leyendas que circularon en redes sociales con la cara de los hermanos acusados por la familia de Di Francesco de ser los agresores. Ente este caso, fue inmediata la alusión al crimen de Fernando Báez Sosa, asesinado en Villa Gesell.
El ataque se produjo el domingo pasado en una fiesta clandestina que se organizó a dos kilómetros del faro de Claromecó.
Según contó Di Francesco a TN todo comenzó sobre el final del evento cuando junto a su hermano Ramiro y parte de los organizadores de la fiesta comenzaron a juntar la basura que había quedado en el lugar.
Ahí apareció un grupo de jóvenes que comenzaron a tirarles botellas de vidrio y latas al fuego. «Vení, juntá ahora vos la basura», le dijo Lucio Cozzi, según relató la víctima. Pero la discusión no pasó a mayores. O eso creyó el estudiante de abogacía.
«A los 20 minutos, cuando estaba solo subiéndome a la camioneta para irme de la fiesta, me enganchan de atrás, prácticamente indefenso, los dos mellizos», indicó Di Francesco en referencia a Lucio Cozzi e Ignacio.
«No sé si me estaban esperando, porque no vi en qué momento ellos aparecieron. Directamente me desperté después del golpe en la cara. Quedé inconsciente y luego me siguieron pegando alguna patada o alguna piña, a juzgar por el grado de las lesiones», declaró.
Ayer se le había dictado la prohibición de acercamiento de los rugbiers a la víctima. Ahora pidieron que los detengan.