Este jueves no habrá servicio de taxis en Rosario. Es el segundo taxista que matan en 48 horas y el quinto en el último mes
En una escalofriante repetición de los eventos, Rosario vuelve a ser testigo de otro crimen atroz: por segunda noche consecutiva, un taxista ha sido asesinado. Diego Alejandro Celentano, de 38 años, fue encontrado sin vida dentro de su vehículo, con al menos un disparo en la cabeza. Este jueves tampoco habrá servicios de taxis.
El trágico suceso tuvo lugar en la zona sur de la ciudad, específicamente en Marcelo T. de Alvear y Garmendia, cerca del parque Regional Sur y las piletas de El Saladillo. La modalidad del homicidio replica la del incidente anterior, donde Héctor Raúl Figueroa fue asesinado en Flammarion al 5100. En ambos casos, dos agresores perpetraron el crimen y dejaron una zapatilla cerca del vehículo, evidenciando un patrón preocupante.
Según los primeros testimonios recabados, el incidente ocurrió alrededor de las 23 horas cuando varias personas alertaron a la central del 911 sobre disparos dirigidos hacia un individuo en la zona. Al llegar la policía al lugar, encontraron a la víctima sin vida dentro de un vehículo VW Voyage utilizado como taxi, con múltiples heridas de bala.
La investigación inicial sugiere que el suceso tuvo lugar cuando dos individuos, aún no identificados, abordaron el automóvil como pasajeros y solicitaron un viaje. En un momento dado, en la ubicación mencionada, los pasajeros efectuaron disparos contra el conductor del taxi, causándole la muerte en el interior del vehículo. Luego, los agresores huyeron en dirección al arroyo Saladillo.
El Fiscal a cargo ordenó el despliegue del gabinete criminalístico para preservar la escena del crimen, recolectar evidencia, realizar pericias fotográficas, elaborar un croquis y entrevistar a posibles testigos. También se incautó el automóvil para investigaciones adicionales y se recuperaron 6 vainas y 2 proyectiles deformados, los cuales fueron remitidos para peritaje.
Dentro del vehículo se hallaron pertenencias personales de la víctima y dinero en efectivo. Se han tomado medidas para determinar la ubicación del inicio del viaje, la identidad de los agresores y la posible motivación del crimen.
Como respuesta a estos hechos, el sindicato de Peones de Taxi declaró un paro en señal de luto, repudio y exigencia de seguridad para los trabajadores del volante. En consecuencia, el servicio de taxis en Rosario se vio interrumpido.
El miércoles estuvo marcado por la especulación sobre el asesinato de Héctor Figueroa, y el jueves se anticipa como otro día de luto y movilización en busca de mayor seguridad para la ciudad y la provincia. La repetición de estos crímenes deja a la comunidad conmocionada y exige una respuesta urgente por parte de las autoridades.
Ante este nuevo crimen, los conductores se autoconvocaron desde las primeras horas de la mañana frente a la sede del gobierno santafesino, exigiendo mayor seguridad. La protesta incluyó pintadas dirigidas al gobernador Maximiliano Pullaro y se extendió con bloqueos de calles en las áreas cercanas al casino y la terminal de ómnibus Mariano Moreno. Se espera una conferencia de prensa en la sede del sindicato de Peones de Taxis para anunciar una segunda medida de fuerza.
Sergio Granatta, referente del sindicato, expresó la preocupación de los trabajadores: «¿Quién va a salir a trabajar con este miedo? Nos están dejando mensajes con esto y no sabemos a quién. Queremos salir a trabajar tranquilos. No tuvimos ninguna respuesta del anterior crimen».
Granatta detalló las acciones de protesta: «Apenas nos enteramos del asesinato, decidimos hacer varios cortes, en la zona de la terminal y en la zona del Casino. Los choferes que están acá reunidos son los de la noche. El paro culminaba hoy a las 6, pero esto no da más. Estamos esperando que den la cara los que la tienen que dar».
La demanda de justicia y seguridad es unánime entre los taxistas: «Nos quedaremos con el corte hasta que tengamos una respuesta porque los dos asesinatos son iguales», enfatizó uno de los manifestantes.
Otra taxista compartió su angustia: «Yo trabajo de noche, salgo a las 4 de la mañana todos los días. Esto es algo que nos supera y nosotros vivimos día a día. La llegada de las aplicaciones nos perjudicó muchísimo. Le pedimos al ministro de seguridad que refuercen las zonas rojas».