Por Diego Añaños - CLG
Por Diego Añaños – CLG
En el último minuto, casi sin tiempo, y con número justo de votos (129), el oficialismo consiguió ratificar el DNU que solicitaba el acuerdo del Congreso para iniciar las negociaciones para un nuevo programa de endeudamiento con el FMI. Una vez más, un gobierno neo-conservador hunde a la Argentina en la dependencia de los dictados colonialistas de un organismo que sólo conoce de sometimiento y hambre. Una vez más, y ya van más de veinte, el país se encamina a reiterar el destino prometeico al que lo condenan las derechas desde hace casi setenta años. Una vez más se comprueba que las remanidas recetas de disciplina fiscal y torniquete monetario no hacen más que conducirnos al fracaso. Y claro, una vez más, la estafa sólo pudo consumarse con un despliegue monumental del aparato represivo del Estado.
Para los anales quedará la maravillosa alquimia que logró construir el oficialismo en la comisión Bicameral de Trámite Legislativo, para de que dos díscolos de la Libertad Avanza le garantizaran el triunfo al gobierno. El primer díscolo es Oscar Zago, que hace casi un añp ya abandonó el bloque libertario y hace un par de días andaba a las trompadas en la Cámara con su par Lisandro Almirón. Si, por obra y gracia de la fantasía política Zago fue nombrado presidente de la comisión, en reemplazo del senador Juan Carlos Pagotto. Lo más notable es que el voto que definió la elección fue el del mismísimo diputado Almirón que, no contento con el papelón protagonizado la semana pasada, cerró su alocución de la sesión de ayer pidiendo disculpas a Zago diciendo: “Querés que te dé un pico? Vení querido”. Si no fuera verdad, sería gracioso. El otro díscolo fue Francisco Paoltroni, que a fines de agosto el año pasado fue echado como un perro del bloque de senadores de LLA, y que en esta ocasión prestó diligentemente su voto para entronizar a Zago como presidente de la Comisión. Ahora, queda en evidencia que la política se le complicó a Javier Milei. Para muestra basta un botón: hasta hace pocas semanas compraba legisladores de la oposición para garantizar sus victorias en el Congreso, esta semana tuvo que salir a comprar legisladores propios.
Con la economía no le va mejor al presidente. Ante la ola de nervios producida por la marcha del miércoles pasado, la esquiva respuesta de los mercados, y la incertidumbre política producto de la imposibilidad de saber si el gobierno reunía los votos necesarios para ratificar el DNU en la Cámara de Diputados, el ministro de Economía le concedió el martes una entrevista a Antonio Laje. La estrategia del Ejecutivo, se orientaba a generar tranquilidad en la plaza financiera y en la población. Luis Caputo afirmó que “nada de lo que hagamos va afectar a la gente”, a la vez que aseguró que el préstamo no era un síntoma de debilidad, sino de la fortaleza de un gobierno que ya había “hecho los deberes” (textual), y que necesitaba ahora capitalizar sus logros a través del fortalecimiento de la posición del balance del Banco Central. Sin embargo, las ambigüedades del ministro cuando se le preguntó acerca de la posibilidad de una cambio en el régimen cambiario dejaron muchas más dudas que certezas. La respuesta de los mercados, si bien no fue la esperada, era previsible. No sólo no se estabilizaron las variables, sino que volaron los dólares financieros y el riesgo país se disparó hasta cerca de los 800 puntos básicos. No me lo dijo nadie, pero todos los indicios dice que a Caputo ya no le cree nadie.
Paralelamente, los senadores del bloque de Todos por la Patria, le enviaron una carta a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, para solicitarle que no se siga avanzando con un nuevo acuerdo con el gobierno de Javier Milei. En la misma, se sostiene que el mecanismo elegido por el oficialismo (el DNU), viola tanto la legislación vigente como el Constitución Nacional. Efectivamente, la Ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública (N° 27.612), establece que: “todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizado con el Fondo Monetario Internacional, así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley del honorable Congreso de la Nación que lo apruebe expresamente”, por lo que un decreto no es la herramienta apropiada. Además, el artículo 75 de la Ley Suprema, establece que es facultad de Congreso legislar sobre la deuda pública. La misiva advierte el desde esa fuerza política se desconocerá el acuerdo, dado que va en contra de todos los principios normativos vigentes que regulan los procesos de endeudamiento por parte del Estado Nacional.
Finalmente, y para ir cerrando. La calma que prevaleció durante la movilización de ayer, muestra a las claras que el principal responsable de mantener el orden público es el Estado. El éxito de un cualquier operativo de seguridad, se mide por su capacidad de prevenir los incidentes, no por la virulencia de la represión. Si ayer pudo reinar la paz, por qué no el miércoles pasado? Será que los manifestantes reflexionaron y tomaron conciencia de la importancia de movilizarse en calma? Será que las fuerzas de seguridad aprendieron en una semana a organizar un operativo? O será que Bullrich se tuvo que meter el Protocolo Anti-piquetes en la cartera, y santas pascuas? A mí nadie me saca de la cabeza que quedó evidenciada la voluntad del gobierno nacional de que la marcha del miércoles pasado terminara con una feroz represión, qué quieren que les diga, aunque seguramente me van a decir que soy un mal pensado.