Por José Odisio - CLG
Por José Odisio
Newell’s será protagonista de la última fecha, pero no por objetivos propios ni ambiciones futboleras. Enfrentar a uno de los tres equipos que disputa el título puso a la Lepra en la mirada de todos, y les entrega a los jugadores una motivación extra, aunque para el hincha el año se cerrará con mucha bronca y angustia.
No pelear en ningún frente; no ingresar a la Sudamericana; perder los dos Clásicos; desperdiciar una Copa Argentina que le puso en el camino un fixture amigable; todo fue fracaso. Y ver a Central Córdoba levantar el trofeo y conseguir el boleto a la Libertadores no hace más que generar bronca en el hincha, ya que Newell’s pudo haber acomodado su año si le ganaba a los santiagueños en San Nicolás, uno de los fiascos del ciclo Méndez, que no entregó ninguna sonrisa.
Fallaron todos. Dirigentes, entrenadores y jugadores. El sistema de scouting con Big Data de Michaloutsos tuvo fallas enormes. Despilfarró más de diez millones de dólares en refuerzos y en el último partidos del año apenas un par estarán en cancha. Larriera arrancó bien y después se deshizo entre caprichos y un vestuario que no supo manejar. Méndez nunca debió venir. El interinato largo de Lunari estaba destinado al fracaso. Y tuvo que aparecer Capria para volver a las bases tras el fallido experimento de Michaloutsos.
La llegada de Soso es apenas una luz de ilusión. Pero el hincha va a masticar bronca por un tiempo. El año fue espantoso, costará mucho para que la gente vuelva a creer.