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Opinión Leprosa: ¿Se reforzó bien Newell’s?


Por José Odisio

A pocos días del inicio del torneo, y como sucede habitualmente, la pregunta sin respuesta exacta es la misma: ¿se reforzó bien Newell’s?

Con un entrenador nuevo, las expectativas son aún mayores, ya que el hincha espera ver algo distino -y mejor- a lo mostrado por el equipo post pandemia. Pero antes de juzgar a Sanguinetti, el primer parámetro pasa por el plantel con el que cuenta y ahí inclina la balanza la llegada de refuerzos.

Dar un veredicto de la eficacia de un mercado de pases cuando todavía no se jugó un partido por los puntos es un riesgo. Es cierto que hay parámetros sobre calidad y jerarquía de jugadores que pueden permitir tener una idea. Hay nombres que generan expectativas y otros no tanto, en especial aquellos que hay que googlear para saber quiénes son.

Pero esto no es determinante. Alguna vez llegaron al Parque Tacuara Cardozo o Joaquín Boghossian, ignotos delanteros del Mercosur, y la rompieron. En cambio, en la previa a la Copa Maradona el plantel que tenía Kudelka, con Scocco, Gentiletti, Maxi, Aguerre, Pablo Pérez, Palacios y otros tantos pintaba para pelear el título y fue un fiasco. Puede fallar.

De todas maneras, hay que correr el riesgo periodístico. Y en la previa el mercado leproso no es tan malo, aunque la sensación es que el equipo tiene poco recambio y falta un nueve.

Había que reconstruir la defensa, arquero incluido, y se hizo con bastante celeridad. Salvo Arboleda, que demoró en venir porque no era fácil traerlo de Europa, Armando Méndez, la renovación de Lema, Willer Ditta y Leonel Vangioni pudieron trabajar con tiempo. Arboleda no tenía continuidad en Rayo Vallecano pero es de jerarquía; Lema ya mostró lo que puede rendir; y el Piri conoce el club y tiene un recorrido que lo pone entre los buenos. Ditta abre interrogantes, en especial por su adaptación a un fútbol argentino muy distinto al colombiano. Estará en la mira, sin dudas.

El problema es en ofensiva. Antes del inicio del mercado de pases, a cualquier hincha leproso que le hubieran preguntado qué puesto había que reforzar con jerarquía hubiese dicho «el nueve». No un delantero, un nueve. Newell’s necesita alguien con garantía de gol.

Y ahí hubo demoras. ¿Lógicas? Sí, los buenos delanteros, en realidad lo pocos que tienen en Argentina un currículum con media docena de goles por torneo (parece poco pero es mucho), se cotizaron en alza. Y entre la poca billetera, el hecho de no jugar Copa y la publicidad desalentadora de Rosario a nivel seguridad a los directivos los llenaron de negativas.

Llegó Juan Manuel García, tal vez más potable de lo que muchos creen. Es corajudo en el área y sabe convertir. Demasiado para un ataque de Newell’s tuvo que improvisar en la pretemporada con Sordo de falso nueve (hizo tres goles), Garro y Panchito. Pero falta algo más confiable.

Todo queda reducido a Djorkaeff Reasco. El juvenil delantero colombiano pasa a ser la gran apuesta. Su rendimiento puede marcar el lugar de Newell’s en la tabla y el ánimo de los hinchas, que va de la mano de la tranquilidad de la dirigencia. Tal vez hubo que googlearlo, porque no se ve tanto fútbol ecuatoriano aunque estuviera en Liga, un equipo copero. Pero Reasco es jugador de selección y con mucho potencial. Puede explotar y nadie debería sorprenderse. Buena apuesta, aunque siempre es una apuesta traer un futbolista.

Podrá llegar algún mediocampista más, si es Ferreira no es lo mismo que el pibe Montes, y sería sano sumar un zaguero más. Pero no hay dudas que Astore y Saldaña serán elogiados o cuestionados por el resultado. Y hoy Reasco puede ser quien decida cómo cae la moneda.