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Opinión Leprosa: «Saber cómo llega Newell’s al inicio es difícil»


Por José Odisio

Por José Odisio

El hincha leproso quería a Gabriel Heinze como DT. Sabía que era muy difícil, pero apostaba al sentido de pertenencia o la idea de que el Gringo tenía condiciones favorables para aceptar: muchos juveniles con rodaje y buena proyección y un equipo anímicamente en alza.

Por eso, cuando se confirmó la llegada de Heinze, muchos festejaron y comenzaron a ilusionarse. Y esa expectativa tenía, en realidad tiene, el sustento lógico de saber que Newell’s puede ser protagonista de las competencias que debe afrontar.

«A Heinze no le van a imponer jugadores, él decide quién viene y quién se va», era una frase reiterada en el Parque o cualquier grupo de whatsapp leproso. Y ese pensamiento se concretó. La dirigencia le dio al Gringo la llave del fútbol y el armado del plantel fue exclusividad del DT, junto al fallecido Horacio García.

¿Por qué a una semana del inicio ese entusiasmo entró en pausa? Erróneamente, el hincha imaginaba que Heinze iba a traer nombres estridentes, apellidos sin tanta necesidad de gogleo. Y ahí se evidenció el poco conocimiento de la gente sobre el Gringo. Era lógico que el DT apostara a jugadores jóvenes, miró los GPS y no el currículum. Un equipo que busca correr, ser dinámico, asfixiar a los rivales, iba a privilegiar juventud o buen estado físico sobre cualquier otra condición. Por eso llegaron Iván Gómez, Bruno Pittón y lo hará Mosquera. E insiste por Ayrton Costa. Y vino Recalde, un nueve que no es nueve, como pretende el Gringo.

Y en casa se entusiasmó con Ditta, Sforza, Sordo, Portillo, Balzi y Panchito. Y convenció a Ferreira, porque siempre quiere tener un rebelde controlado.
Tal vez se explique menos Guillermo Ortiz u Hoyos, aunque en ambos casos pintan para ser los experimentados necesarios entre tanto piberío, ya que Pablo Pérez será opción desde el banco.

Saber cómo llega Newell’s al inicio es difícil. Heinze mostró poco y nada, incluso cuando se vio obligado a jugar un amistoso abierto, que tomó como una práctica.

Se puede pronosticar que Newell’s será un equipo corredor, molesto, intenso. Habrá que ver si a eso le suma juego y efectividad. Y cierta estabilidad defensiva, un punto que a priori puede ser la parte vulnerable a partir de la propia propuesta de juego.

Ilusionarse está bien para el hincha. La sensación no debería modificarse. Quería a Heinze y lo tiene, auténtico, hermético, obsesivo, creyente de su idea aunque deba enfrentarse con miles de cuestionamientos. El ciclo Heinze está a punto de arrancar. Tómelo o déjelo, pero no espere lo que no es.