Por José Odisio
Por José Odisio
«No voy a decirles que el que más pide se muere primero, pero… La próxima vez pateen al arco». La frase, con pinta de amenaza, es digna de un capo mafioso. Pero lejos estar de ser producto de un filme hollywoodense o pertenecer a una escucha de la camorra italiana. Su autor, vía redes sociales, es Pablo Toviggino, tesorero de AFA, mano derecha de Chiqui Tapia y hombre fuerte en el manejo arbitral.
Toviggino ostentó su poder al contestar el reclamo público de los jugadores de Godoy Cruz sobre el arbitraje de Darío Herrera en la derrota ante Banfield, donde además de fallos polémicos, tuvieron que soportar provocaciones del juez del partido.
Inmediatamente, el primer pensamiento que surge en el mundo Newell’s es el mismo, si Toviggino reaccionó así por el fuerte comunicado, ¿cómo le habrán caído las reiteradas y justificadas quejas de Gabriel Heinze? Y cuesta creer que hayan pasado desapercibidas. Es más, es inevitable no sospechar que los siete partidos consecutivos con fallos polémicos y perjudiciales contra la Lepra no sea consecuencia de este enojo manifiesto del Gringo, quien consciente de ello, luego del partido con Boca evitó seguir manifestando su estado.
¿Qué puede hacer Newell’s? Reclamarle a Tapia y Beligoy sin que esto trascienda, algo que Astore reconoció estar haciendo. Y aceptar la injusticia, tragar veneno y esperar -como dice Bielsa- que al final todo se equilibre.
También puede mejorar en lo futbolístico, porque ante Boca hubo rendimientos muy bajos y un planteo que el propio Heinze reconoció erróneo. Y sumar urgente dos o tres refuerzos para apuntalar un plantel que con algunas lesiones quedó corto de recambio.
La Sudamericana es un objetivo claro. Y ahí los arbitrajes estarán alejados de la mano de AFA. Y habrá que patear más al arco, la única verdad futbolera en los dichos de Toviggino.