Por José Odisio - CLG
Por José Odisio
La victoria frente a Atlético Tucumán trajo un poco de oxígeno a este Newell’s que estaba con respirador desde hace varios partidos. Pero está lejos de tener el alta definitiva. La Lepra sigue mostrando muchos problemas futbolísticos y Fabbiani deberá trabajar mucho para solucionarlos. Y ganar es una buena forma de comenzar.
El Ogro ya estableció el sistema táctico para este inicio de ciclo. La línea de cinco le da más tranquilidad y por ahora apuesta a tres experimentados para sostenerla: Lollo, Salcedo y Cuesta. Hay fallas, no hay dudas, pero el entrenador entiende que es el formato defensivo que le permite mayor estabilidad.
Hay dos cuestiones a mejorar en este sector. Una es la proyección de los laterales. Montero cumple en la marca pero aún se anima poco en ataque. Y Tabares pasa más aunque con escaso éxito. Y el otro punto es el doble cinco. Con Banega y Sotelo gana en manejo de pelota y juego, pero resta en marca. Y puede sufrir si se mete muy atrás, como sucedió en la parte final en Tucumán.
Sin dudas lo que más deberá trabajar ahora el Ogro es la ofensiva. Newell’s no encuentra el nueve. El DT elogió el sacrificio de Juanchón, pero con eso no alcanza. Se necesitan goles, y García por ahora no aporta en ese rubro. Y Cocoliso González entra pocos minutos para pedirle o exigirle más. Así, Silvetti parece ser el único receptor confiable para un Banega que se muestra activo y con la calidad intacta. Parece poco para la necesidad de victorias que tiene Newell’s.
Fabbiani priorizó ordenar el equipo de atrás para adelante. Pide sacrificio y simpleza. Su objetivo en el corto plazo es sumar puntos, aunque no se pueda brillar. Y no está mal. Para exigencias mayores habrá tiempo, ahora hay que conformarse con ser práctico y efectivo. Ganar como se pueda.
