Por José Odisio - CLG
Por José Odisio
Gabriel Heinze seguirá como entrenador de Newell’s. Perder el Clásico es un golpe duro en medio de resultados deportivos pocos sustentables, pero el Gringo considera que tiene mucho para seguir aportando y dejar todo en el camino carece de sentido. Y la dirigencia, a pesar del enojo por caer ante Central, apuesta a este proyecto que para muchos, hinchas incluidos, era lo mejor que le podía pasar a la Lepra allá por enero.
Lo que debe saber Heinze es que la banca con el hincha es escasa. Resultados pocos convincentes desde lo deportivo y algunos caprichos en la conformación del equipo le habían quitado adeptos. Caer con Central fue el golpe de gracia con el cariño de la gente. Pero hay más, situaciones que para el DT son irrelevantes -tal vez tenga algo de razón- pero que en Termolandia son consideradas burlas u ofensas. De ir que Guillermo Ortiz es uno de los mejores zagueros del país suena a burla y enoja. Saludar con un abrazo a Malcorra tras perder el Clásico con un gol de él fue un puñal al corazón del hincha. Y si bien estas dos fotos no deberían ser el motivo principal del enojo de la gente, parecería que lo son.
«Cuando vine sabía que ponía en juego el cariño de la gente», comentó el Gringo. Y hoy ese amor, esa idolatría está condicionada por ese riesgo que asumió y no tuvo los resultados esperados. Recuperar terreno perdido será complicado. Pero hay una sola forma de lograrlo, con resultados. Heinze debe entender que ese es el único camino posible.