Por José Odisio - CLG
Por José Odisio
Mariano Soso es el elegido para dirigir a Newell’s. Esta vez la idea de Capria no tuvo tantas vueltas. Pensó en Seba Domínguez, Diego Martínez y Soso, y pudo cerrar a uno de los tres. Y para eso tuvo la ayuda innegable del nuevo entrenador leproso, quien hizo lo imposible para liberarse de Alianza Lima y cumplir su sueño de dirigir a la Lepra.
Ahí está el primer punto a favor de Soso. Viene convencido, con ganas, no le importa la seguridad de Rosario porque conoce la ciudad; tampoco la calidad del plantel porque sabe que tendrá un mercado de pases para mejorarlo; nadie debe contarle la idiosincrasia del hincha leproso porque él es uno de ellos. Viene al lugar que tanto deseó y ese es un tiempo ganado para un DT que sin dudas agarra un fierro caliente.
Soso es un técnico de características ofensivas. Puede jugar con línea de tres o cuatro, con enganche o con extremos, con doble cinco o volantes internos, las opciones abundan, pero su idea principal es ir para adelante. Y eso en el Parque siempre es bienvenido.
No serán fáciles estos primeros meses. Le restan cuatro partidos de un torneo donde no quedó ningún objetivo. El plantel está destrozado en todo sentido y una gran parte se irá en diciembre. Y la exigencia del hincha está muy arriba porque la paciencia se terminó. Soso es consciente de está situación, veremos si la puede manejar.
Más allá del apuro de la gente por ver algo distinto, está claro que estos partidos restantes le servirán al DT para implantar ideas y definir la continuidad o no de algunos futbolistas. Y seguramente ver de cerca a muchos juveniles insertados de prepo en el último tiempo a partir de la respuesta negativa de los que llegaron como refuerzos.
Nada sencillo. Todo un desafío. El hincha mira todo con escepticismo y está bien, porque ya le fallaron muchas veces. Y a esta altura no está para regalarle crédito a nadie, aunque sea un técnico que hizo todo para venir, lo que no es poco.