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Opinión Leprosa: «Dejó de ser un equipo perdedor»


Foto: Juan José García

Por José Odisio - CLG

Por José Odisio

Newell’s pasó de fase en Copa Argentina tras eliminar a Kimberley por penales. En otro contexto, este triunfo sufrido ante un elenco del Torneo Federal hubiera generado enojo y preocupación en los hinchas leprosos, pero está claro que la llegada del Ogro Fabbiani revitalizó la confianza en el equipo y hubo más festejos que caras largas luego de la victoria.

Hay una primera sensación, Newell’s era un equipo que se había acostumbrado a perder con Sebastián Méndez y Mariano Soso como entrenadores, con un interinato de Lunari incluído. Y lo primero que logró Fabbiani es sacar ese ánimo negativo en los jugadores. Hoy todo cambió. Con mucho vestuario en el lomo, más pedido de entrega que fútbol, con orden y sin demasiado verso, el Ogro consiguió que la Lepra pasara de ser un equipo perdedor a uno que se desacostumbró a irse derrotado. Y eso es un mérito del DT.

Obviamente se disfruta más si el rival es Boca y se lo supera con holgura. O si el empate es contra Estudiantes en su cancha tras ir en desventaja. Pero superar una serie de penales que arrancó adversa ante Kimberley es una muestra de un cambio importante. O acaso los penales de alto riesgo de Sotelo, Cuesta, Juanchón y Cardozo no fueron ejecutados con personalidad, muy distinto a los remates desde los doce pasos ante Central Córdoba, también por Copa Argentina, donde cada futbolista que tomaba la pelota parecía derrotado antes de rematar.

El fútbol pasa muchas veces por la cabeza. Y el estado de ánimo es una parte muy importante a la hora de buscar rachas positivas. Y Fabbiani consiguió eso, darle al plantel un aura ganadora. Lógicamente con eso sólo no alcanza. Correr, meter, no arriesgar en defensa, minimizar los errores, son parte de una propuesta del entrenador que permite conseguir una clara mejoría en el funcionamiento del equipo. No sobra virtuosismo, por ahora la prioridad es sumar.

Con poco objetivo interesante en el corto plazo, mantenerse con vida en Copa Argentina es importante. Como también lo es tratar de prolongar la racha de partidos sin perder, que ya llegó a cinco, algo que hace un par de meses hubiera sido catalogado como «un milagro».

Tigre es el próximo escollo. Llega puntero del grupo y con mucho envión. Pero este Newell’s ya no le teme a ese tipo de paradas. Sabe sus limitaciones, explota bien sus virtudes y el Ogro consiguió establecer un once titular donde hay pocas dudas. Con la jerarquía de Navas, Banega y Cuesta; con la experiencia de Luciano Lollo y Martino que ya no la pasan mal dentro de la cancha; y con algunos pibes que ya no cargan con el peso de la responsabilidad de ser la salvación. El resto sabe que hay que correr y meter como premisa.

Los argumentos del Ogro son sólidos. Y los resultados respaldan su idea. Por eso la gente festejó pasar por penales contra Kimberley, porque a este Newell’s nadie le puede exigir virtuosismo, pero todos saben que dentro de la cancha habrá entrega. Y eso es más que válido para un equipo que parecía irrecuperable.