Opinión

Opinión: «Las medidas económicas del presidente Milei generan más rechazos que adhesiones»


El ejército de operadores de redes del libertario y los esfuerzos de sus seguidores y medios de comunicación afines no parecen alcanzar para disimular acciones que no han caído bien en la sociedad argentina

Por Carlos Alberto Duclos
Las medidas económicas adoptadas por Javier Milei, junto con su asesor Federico Sturzenegger, y el ministro de Economía, Luis Caputo, han impactado negativamente en buena parte de la sociedad. Una encuesta de la Universidad de San Andrés, da cuenta de que el 40% de los argentinos rechaza las políticas económicas de Milei, aunque el 38% sí está de acuerdo con ellas. En puntos específicos de la Ley Ómnibus, por ejemplo, el estudio es contundente: hasta el 60% rechaza la privatización de empresas estatales, la delegación de poderes al Ejecutivo, los permisos especiales al Gobierno para tomar deuda, etcétera.
En general, en cuestiones económicas la gente no apoya al presidente, quien sí encuentra adhesión en otras cuestiones, como que se cobre la educación pública a extranjeros no residentes, que se eliminen las primarias abiertas obligatorias durante las elecciones o que cambie el régimen de divorcio para simplificar el trámite.
Es que han resultado particularmente cuestionadas algunas medidas pretendidas por el Gobierno al asumir, como la liberación total de precios, de aranceles de prepagas, de alquileres y el intento de dejar en manos del Ejecutivo la fijación de aumentos para los jubilados, un sector que, como ha dicho la diputada Ocaña «ya no da más» y que pesa a la hota de hacer valer su opinión.
A esto se suma el intento también de establecer retenciones a las exportaciones de las economías regionales, lo que ha irritado a muchos gobernadores.
Otra de las cuestiones que ha causado rechazo ha sido el intento de cerrar instituciones históricas culturales y de arte y de terminar con los aportes a la cinematografía nacional. “O ponemos los recursos del Estado para financiar películas que no mira nadie, pero (que sirven) para mantener el alto nivel de vida de ciertos actores de cierto espacio político, o ponemos esa plata para darle de comer a la gente”, dijo Milei. Sin embargo, paradójicamente, se sigue adelante con la compra  de aviones de guerra F16 a Dinamarca,  con la venia de Estados Unidos, operación iniciada  debe decirse,  por el Gobierno anterior por un monto de USD 338 millones ¿Es que acaso Argentima necesita armas antes que vida digna?
El ejército de operadores de redes del libertario, y los esfuerzos de sus seguidores y medios de comunicación afines, no parecen alcanzar para disimular acciones que no han caído bien en la sociedad argentina, especialmente en la clase media que cada vez se ve más empujada a ser clase pobre. No se puede tapar el sol con las manos, ni acciones de gobierno perjudiciales para el común de la gente con las redes o con los medios. Eso patece pertenecer a un pasado que no encaja con un sector de la sociedad importante y «librepensador».
Es que en la realidad, la promesa de campaña de que el ajuste lo pagaría «la casta», eso no se ve. Al contrario, el ajuste lo está pagando el ciudadano común ¡y cómo!
A nivel internacional tampoco las cosas son todas exitosas para Milei. Como ya se dijo, un pobre discurso presidencial en Davos generó asombro no positivo entre no pocos popes de la economía occidental (y oriental).
En su afán de bajar la inflación y de reducir el déficit, el Gobierno no ha previsto que en política el medio cuenta mucho y que incluso puede ser más que el fin, porque si para lograr el propósito se ahoga hasta empobrecer a la población ¿cuál es el mérito de la acción?
Para impulsar este proyecto, Milei ha recurrido a dos funcionarios ya conocidos por los argentinos: sturzzenegger y Caputo, con lo cual el presidente parece haber olvidado aquello de su campaña: «no se pueden cambiar las cosas con más de lo mismo». Y claro, como la realidad no tiene nada que ver con la cátedra económica y la teoría, muchas de las iniciativas debieron ser modificadas por presión de los legisladores, algunos de los cuales parecen ver que el fuego hay que apagarlo antes de que se vuelva infierno.
Las conclusiones de la encuesta de la Universidad de San Andrés son interesantes:

«El nivel de satisfacción con la marcha general de las cosas en el mes de enero alcanza el 26%, mientras que la insatisfacción es del 71%.

«La aprobación del primer mes de la presidencia de Javier Milei es del 48%, igual que la desaprobación (48%)

«Los encuestados consideran que el principal problema que afecta al país actualmente es la inflación (57%), seguido de los bajos salarios (33%) y la delincuencia, robos e inseguridad (32%). Además, estas fueron la primera mención del 27%, 10% y 8% de los encuestados, respectivamente.

«El 49% de los encuestados está en desacuerdo con las medidas económicas de Milei y el 45% está de acuerdo.
En cuanto al proyecto de ley “Bases y Punto de Partida para la Libertad de los Argentinos”, podemos ver una opinión dividida. El 38% de los encuestados está de acuerdo en general con el mega proyecto, mientras que el 41% está en desacuerdo.

Sin embargo, la imagen de Milei aún sobresale por sobre otras. Tal vez sería oportuno que el presidente reconsiderara que no se pueden cambiar las cosas con algunos de siempre y con políticas de libertad inflexibles, que pueden encajar en otros lugares del mundo, pero que en Argentina son aprovechadas por algunos para convertirlas en vale todo.