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Opinión: «La inflación descontrolada»


Por Diego Añaños

Por Diego Añaños 

El 7,7% de la inflación de marzo generó un temblor en el gobierno. Los analistas venían descontando que estaría cerca del 7%, convergiendo en general con las proyecciones publicadas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central, pero ni los más pesimistas la ponían tan cerca de un 8%. Si bien es cierto que, por cuestiones estacionales el tercer mes del año suele estar en el podio anual (recordemos que marzo de 2022, con un 6,7, sólo estuvo por detrás de julio y agosto), no es menos cierto que el número impresiona. Y seguramente Sergio Massa debe ser uno de los más impresionados, dado que, luego del pico de 7,4% de julio en medio de la salida de Martín Guzmán del gobierno, ningún mes había superado esa cifra. Hay que irse muy atrás en el tiempo, más de 20 años, hasta abril de 2022, para encontrar un número más alto. Gabriel, Rubinstein, número dos de Sergio Massa, explicó que fuerte aumento estuvo traccionado especialmente por el incremento de los precios de los bienes y servicios regulados (especialmente la Educación, con un 29,1%), y en algunos rubros alimentarios por cuestiones estacionales (como frutas y verduras), y en indumentaria, por el cambio de estación. Según Rubinstein, para abril se espera un “descenso de cierta magnitud en el índice general” (de precios), dado que los principales factores que impactaron en la suba de marzo, no estarán presentes en el cuarto mes del año. Esperemos que así sea, aunque es muy difícil pensar que vaya a estar muy por debajo del 7%.

El miércoles el Banco Central luego de 23 ruedas consecutivas de ventas netas, logró recomprar U$S2 millones, un monto casi insignificante, luego de comprar U$S94 millones a $300 y vender U$S92 millones. El Dólar Soja 3 seguía sin arrancar a mitad de la semana, a pesar de los anuncios del lunes después de transcurridas de tres ruedas. Recién el día martes se publicó en el Boletín Oficial la resolución 115/2023, que reglamenta esta nueva versión del PIE (Programa de Incremento Exportador). Las liquidaciones fuertes finalmente aparecieron el jueves, cuando se negociaron U$S574 millones, lo cual le permitió al Central hacerse de U$S332 millones. Luego el viernes, se liquidaron U$S147 millones, dejando un saldo positivo de U$S60 millones para la autoridad monetaria. Desde el sector aseguran que todavía falta mucho por conversar y que el gobierno debería proveer de mayores precisiones para que los negocios emerjan. Puntualmente reclaman que se comunique oficialmente qué ocurrirá con la cebada, el girasol y el sorgo, productos que habían formado parte de las negociaciones con CIARA-CEC, pero que no aparecen formalmente en los papeles.

Parece que las bendiciones del FMI a la iniciativa del gobierno no han sido suficientes, como para hacer salir los dólares de la cueva, por lo que la número dos del organismo, Gita Gopinath, reafirmó la voluntad de seguir acompañando al gobierno argentino. En declaraciones recientes sostuvo que la sequía que azota al país puso al equipo negociador argentino y al funcionariado del Fondo en modo recalculando. En ese sentido, consideró que el fenómeno produjo un cambio fundamental en las proyecciones de evolución de las principales variables económicas, por lo que se impone la necesidad de modificar las metas. Pero, claro, como no podía ser de otra manera, la economista nacida en la India, no se privó de recitar la letanía fondomonetarista: el gobierno argentino debe tomar medidas fuertes por el lado del gasto (ya no se dice AJUSTAR, porque es políticamente incorrecto), a la vez que debe acelerar el proceso de quita de subsidios y focalizar la ayuda social. Al cierre de este artículo, Sergio Massa se encontraba reunido con la funcionaria del Fondo en Washington.

El ministro de Economía llegó el jueves a mañana a Washington para participar de la Asamblea del Fondo Monetario Internacional y el FMI. Probablemente el sábado tendrá un encuentro con Kristalina Georgieva en el que, luego de la aprobación del cuatro trimestre de 2022, se definirán las pautas para lo que viene. Como sugerían las declaraciones de Gopinath, salvo las meta de acumulación de reservas, el Fondo no tiene en su agenda flexibilizarse demasiado. Está firme con el cumplimiento de la meta de déficit fiscal del 1,9% (algo que complica claramente al oficialismo en medio de un año electoral), a la vez que sigue reclamando que el gobierno argentino limite el alcance de la moratoria previsional votada recientemente en el Congreso (básicamente está pidiendo que el alcance de la misma se reduzca a la mitad, de 800.000 a 400.000 personas). Paralelamente, y para no perder la costumbre, Massa también le hará un lugar en la gira al programa Pasar la gorra. El ministro espera conseguir financiamiento externo por alrededor de U$S3.000 millones del BID, el Banco Mundial y del Banco de Desarrollo de América Latina (aquel que antiguamente conocíamos como la CAF, la Confederación Andina de Fomento).