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Opinión: Israel, el país que más cerca está de dejar atrás la Covid-19


Por Damián Umansky – Periodista especializado en internacionales

La mirada del mundo está puesta en Israel. El joven y pequeño país de Oriente Medio, con una población cercana a los 9 millones de habitantes, ha tomado la delantera en la campaña de vacunación para inmunizar a su población contra la Covid.  Un 25% del total de la población ya pasó por algunos de los cientos de vacunatorios instalados a lo largo y a lo ancho del territorio. Laboratorios y autoridades sanitarias observan las experiencia israelí como un gran test para dar evidencia de la efectividad de las vacunas. 

El Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, se entusiasma por el éxito de la política de inoculación y confía en que Israel será “el primer país del mundo inmunizado”, según lo expresó el propio mandatario. Alrededor de 2,5 millones de israelíes recibieron la inyección y unas 600 mil que recibieron la vacuna de Pfizer-BioNTech han estado en observación, lo que representa para la farmaceútica un extraordinario campo de evaluación y monitoreo, 30 veces superior a lo habitual en fase 3. 

Ariel Schmidberg es periodista, subdirector del diario “Israel Hayom” de Tel Aviv, oriundo de Córdoba pero con más de media vida en “Tierra Santa”, destacó en una entrevista que brindó en exclusiva a Con La Gente que “se estima que a finales de marzo todo aquel que haya querido vacunarse, lo habrá conseguido. El pronóstico es que para Pesaj (festividad hebrea conocida también como las Pascuas judías”) se puedan hacer las cenas familiares como siempre se han hecho, con mesas largas”. 

Schmidberg adjudica el buen ritmo de vacunación a que “en el país toda la población cuenta con cobertura social, cada habitante está registrado en una base de datos, entonces se los convoca de manera digital – por mensaje de texto o correo electrónico – para que accedan a un turno y acudan a los vacunatorios”.

Damián Umansky

El desarrollo tecnológico que tiene Israel lo pone entre los principales países del mundo en materia de ciencia e innovación. A su vez, las características de su sistema de salud integrado y estratégicamente vinculado, ubican a este país como una excelente medida para que los laboratorios que produjeron las vacunas (en este caso, Pfizer / Biontech y Moderna), saquen sólidas conclusiones en un corto lapso de tiempo respecto al verdadero impacto de las mismas. El hecho de ser una población acotada pequeña, también es un aspecto que favorece este propósito.

Como ocurre en el resto de los países que ya han iniciado la campaña de vacunación, en Israel se comenzó por los trabajadores esenciales y personas mayores de 60 años. Sin embargo, Schmidberg señala que al final del día, si sobran dosis, los vacunatorios ofrecen el remanente a quienes circunstancialmente se acerquen a los centros de salud: “Como la vacuna de Pfizer requiere una conservación a temperatura de -80 grados y si no se usan en el día hay que desecharlas, al cierre de la jornada abren las puertas de los vacunatorios e invitan a quienes están cerca a que aprovechen esas dosis. De hecho, yo me vacuné de ese modo”.

La experiencia de Israel también podría significar un cambio de actitud ante los escépticos que dudan o directamente no quieren aplicarse la vacuna. Ariel Schmidberg recuerda que “en el diario donde trabajo hicimos encuestas incluso pocos días antes de que lleguen las primeras dosis que arrojaron como resultado que alrededor de un 60% contestaba que ´no se quería vacunar o que tenía desconfianza´. Sin embargo, cuando los primeros vacunados contaban en los medios que sólo habían sentido un leve dolor en la zona del pinchazo, todo el mundo respondió favorablemente a la convocatoria, y se hizo costumbre ver a la gente joven rodear los centros de vacunación al final del día para intentar recibir alguna de las dosis que sobran”.

Si bien es prematuro, ya se dieron a conocer algunas conclusiones respecto. La tasa de infecciones de COVID-19 para aquellos que recibieron la primera de las dos dosis de la vacuna Pfizer disminuye, sobre todo después del lapso de 14 días, lapso en el disminución en la tasa de contagios llega hasta la mitad, según datos preliminares publicados esta semana por el Ministerio de Salud israelí.