Por José Odisio
Cristian Lema llegó a Rosario y firmó su contrato. Y los hinchas leprosos, al igual que Kudelka, respiran más aliviados. El zaguero era la gran obsesión de todos, una figurita difícil del mercado, que finalmente retornó. Y junto a Cristaldo, Cabral, Belluschi, Giani y el lesionado Franco Escobar, redondean un buen libro de pases para un plantel que tiene jugadores de jerarquía, aunque en la Copa Maradona no lo pudo imponer.
Pero Lema hoy estará en el palco, no podrá colaborar para que el equipo muestre una mejor imagen que la semana pasada ante Vélez. Eso será responsabilidad de Kudelka, quien en este inicio del torneo todavía parece debatir qué estilo de juego utilizar y cuál es el mejor esquema táctico para los jugadores que tiene. Tal vez por eso dejará una vez más a Maxi en el banco, entendiendo que por ahora es mejor privilegiar a los que mejor están desde lo físico, sin ponderar las virtudes futbolísticas.
Aunque cualquiera puede presentar argumentos suficientes para retrucar esta decisión del DT y pensar que la Fiera no puede estar afuera del equipo. Nunca.
Cuesta un poco entenderlo a Kudela post-pandemia. En su primera etapa de Newell’s era más descifrable. Sencillo pero efectivo.
El equipo se fortalecía en una defensa sólida, privilegiaba la tenencia de la pelota con subidas constantes de los laterales, utilizaba a los delanteros y volantes para presionar e incomodar al rival en la salida y apostaba a un gran trabajo en la pelota parada, algo que le dio muchos goles. Demoraba a veces con los cambios, lo que parece una constante del DT- y tenía como virtud imponerse a los equipos que en los papeles eran inferiores. Así logró que Newell’s zafara del descenso con tranquilidad e incluso el equipo se mostraba tan seguro, que en la parte final de aquel torneo, empezó a jugar más e imponerse a cualquier rival que se le cruzara en el camino, al menos esa era la sensación previa.
Hoy Kudelka es un acertijo. No parece estar seguro del esquema de juego a utilizar. El flojo papel del equipo en la Copa Maradona lo hizo reflexionar, entender que algo había que cambiar. Y eso lo perturbó, no lo muestra seguro, y se nota en la cancha. Con Vélez muchos jugadores se mostraron desconcertados, corriendo sin sentido, lejos del nivel que se les conoce.
Newell’s jugó mal como equipo, confuso dentro de la cancha. Y sólo logró claridad cuando ingresó Maxi, quien no necesitó correr como hace 20 años para dejar en claro que su presencia en el campo hoy no debería ser una duda, ni siquiera si el DT considera que físicamente no está en plenitud.
Newell’s enfrenta a Boca. Segundo escalón de un inicio complicado del fixture. Y a diferencia de la Copa Maradona, esta vez hay un poco más de margen si el equipo no logra sumar de a tres. Pero ganar o perder no debería dar lo mismo. Porque este equipo necesita un triunfo para generar mejor clima con el hincha, que si bien no puede estar en la cancha, sufre como si estuviera.
Kudelka está obligado a mostrar una mejor versión, para recuperar ese crédito que tenía y se lo gastó todo en la floja perfomance en el torneo pasado. Tal vez la semana que viene puede estar Lema, quizás Cristaldo. Hoy lo verán desde el palco. Kudelka deberá ganar con otras armas. Y lo más importante, tener en claro cuál es su idea dee juego para este torneo que recién comienza. Sin eso, hasta Lema se verá mal.