Por Enrique Genovar
Un paso gigante hacia atrás. Central no solamente que perdió, un partido que en los papeles lo podía ganar, sino que volvió a mostrar su rostro más feo del torneo pasado. Un equipo no serio en materia defensiva y con dos caras muy distintas de un tiempo a otro en la cuestión física. El Canalla no estuvo a la altura de lo que tenía que hacer, por más que en la primera parte fue superior al rival; pero los partidos no duran solamente 45 minutos y por eso la derrota y lo mal que jugó en el complemento hicieron olvidar el trabajo realizado hasta el entretiempo.
Cristian González se retiró de la cancha en medio de una reprobación casi total del estadio y en lo que va de su ciclo fue el día que más se escuchó. Es que el hincha de Central vio lo que había enfrente y observó lo que no hizo su equipo. Encima, algo no menor, fueron las declaraciones que hizo el entrenador en conferencia de prensa donde sólo nombró lo único positivo que hizo el Canalla y no reconoció los yerros que tuvo.
El hincha de Central perdió la paciencia y con razón. Al comienzo del ciclo aceptaron la designación del Kily, un técnico sin experiencia, se bancó el ajuste económico que decidieron los dirigentes y apoyaron el proyecto cargado de juveniles. Pero ahora la historia es otra, ya que llegaron refuerzos como para seguir un objetivo superador y ser protagonista serio del torneo.
En el primer tiempo Central hizo más cosas buenas que de las otras. Dominó el partido y creó un montón de chances para anotar, pero no pudo. Pero en la primera parte el sistema defensivo dio avisos de inseguridad y eso preocupó a los canallas. En el complemento la historia fue otra, el equipo ya no generó tanto, perdió intensidad y la inseguridad defensiva fue aprovechada por el rival. Es que si Godoy Cruz, equipo que pelea por no descender, habría marcado un gol más nadie podía catalogar el resultado como injusto.
Central debe dar muestras inmediatas de que ante el Tomba fue una cuestión aislada. Y para eso tiene que mostrar su mejor cara en Santiago del Estero. Si esto no ocurre no clasificará entre los primeros cuatro y el Kily no tendrá futuro.