Por Enrique Genovar
El empate con uno menos durante gran parte del complemento no es malo. Central igualó en el debut del torneo y si bien, como siempre, hay cosas para rescatar fueron más las que quedaron en la columna del debe que en las del haber. El equipo de Leandro Somoza jugó de menor a mayor, pero el cambio durante el partido se debió más a una cuestión actitudinal que de juego.
¿A qué juega este equipo? Es difícil apreciar una idea de juego definida en el Canalla. Y esto, más allá de que al plantel le faltan refuerzos, es preocupante. Es que desde la llegada del entrenador aún no se ha visto cuál es el juego que quiere llevar adelante el técnico en los 9 partidos que dirigió.
La primera parte del partido fue bastante floja, solamente sobre el final Central emparejó las circunstancias de juego y fue Servio y el palo quienes evitaron la caída. Ya en el complemento la actitud fue diferente, pero en el mejor momento Marcelo Benítez tuvo un acto irresponsable y se fue expulsado. El final del encuentro tuvo a un Central que a pesar de sus pocas armas jugó con mucha enjundia y predisposición, pero sin un libreto a seguir.
Hay cosas que cuestan entender. Una de ellas es por qué no cambia la fisonomía del equipo dependiendo si tiene o no la pelota. Los volantes por afuera siempre juegan como interno y nunca hacen ancho la mita del campo. Los delanteros quedan desconectados, los laterales quedan expuestos constantemente al “uno dos” y los zagueros centrales siempre muestran dudas.
Somoza pide refuerzos y tiene razón. Ante Lanús decidió hacer solamente un cambio para no exponer a los más chicos y dentro de todo le salió. Porque a pesar de que ubicó a Nazareno Romero en una posición en la que no es la suya, el ex Vélez fue uno de los mejores de la cancha.
Central necesita caras nuevas. Es que a las pocas herramientas que tiene se le suma el hecho de que hay jugadores que están muy bajos y especialmente se vio en la performance que tuvieron Claudio Yacob y Lucas Gamba. Ambos futbolistas tuvieron un partido para el olvido en el debut del campeonato.
La vara está baja, con poco se mejora. Pero esa mejoría tiene que llegar no sólo por las caras nuevas a traer, sino por parte del cuerpo técnico que debe apuntalar una idea de juego definida y que marque un estilo que hoy el equipo está lejos de tener.