Por Enrique Genovar
Por Enrique Genovar
Otro partido, otro dolor de cabeza. Otra derrota, otra decepción. Central no para de sumar fracasos. Carlos Tevez no le encuentra la vuelta, los partidos se terminan (tal vez la única buena) y sigue cayendo en la tabla de promedios. Una situación complicada que se dio después de que el partido le fuera totalmente favorable en la primera etapa, lo que hizo que la noche de Avellaneda sea aún más desoladora.
Central terminó el primer tiempo 3-1 arriba en el marcador y al partido lo perdió 4-3 toda una muestra de lo que hoy es el equipo de Tevez.
Ya no hay tiempo para excusas ni para lindas declaraciones. El cuerpo técnico llegó con el libro de pases aún abierto, con la promesa de apoyo exterior que colaborarían a la hora de traer refuerzos de jerarquía y arribó con Chapa Retegui como ayudante de cambio. Pero nada de esto pasó.
Tevez trajo a 5 futbolistas, de los cuales sólo dos parecen ser titulares indiscutidos: Juan Gabriel Rodríguez e Ignacio Malcorra. El proyecto comenzó mal y en el camino varió hacia el Central con jugadores de inferiores, hoy el técnico se queja públicamente que tiene que poner juveniles…
Volviendo al partido ante Racing hay que decir que en el primer tiempo el equipo fue inteligente para aprovechar las facilidades defensivas del rival. Fue agresivo para recuperar y utilizó la misma agresividad para atacar. Así se levantó el 1-0 en contra y terminó los primeros 45 minutos 3-1 arriba.
Pero llegó el complemento, fue momento de los cambios de Gago y de la no reacción de Tevez. Central la pasó mal, se comió un baile bárbaro y el rival le hizo tres goles. Así terminó otro partido, otra derrota, otra decepción y esta vez fue mayor por el resultado que tenía a su favor en gran parte del juego.