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Opinión Quique

Opinión Canalla: «Se equivocó demasiado y lo pagó caro»


Juan José García

Por Enrique Genovar

Por Enrique Genovar

Central hizo todo mal y cayó claramente con un Huracán que fue superior en el primer tiempo desde el comienzo, con el buen juego de sus volantes y delanteros, en el que convirtió dos goles y se perdió otros tantos.

La jugada de los 4 minutos pintó el partido de cuerpo entero cuando Vecchio desbordó por la izquierda y mandó un centro que Infantino conectó de zurda y reventó el poste derecho, pero en la réplica Cabral remató desde la izquierda y Romero salvó en gran forma.

El equipo del Kily se equivocó demasiado y el Globo capitalizó muy bien los yerros defensivos locales.

El gol tranquilizó a Huracán y puso más nervioso a Central, que fue impreciso con la pelota y careció de marca y anticipo en el mediocampo, ante un equipo visitante que comenzó a jugar mejor y a llegar, como en una entrada franca de Candia a los 40, que no llegó a conectarla, y un cabezazo desviado de Galván, a los 41′.

El complemento pareció otro partido en el comienzo, cuando Central buscó con la velocidad y los desbordes de Martínez Dupuy, quien a los 14′ descontó con un buen cabezazo en el primer palo, tras un preciso centro de Blanco, desde la izquierda.

Huracán se quedó con diez jugadores a los 19′ por la justa expulsión de Santiago Hezze, quien le pegó una trompada desde atrás a Ávila.

Pero Central volvió a cometer dos graves horrores defensivos que lo condenaron y a los 28′ Almada perdió la pelota en un cierre en el córner contra el ingresado Núñez, quien metió un centro al primer palo donde Cóccaro cabeceó al ángulo izquierdo.

Y a los 43′ Huracán hizo un córner corto pero luego metió un centro atrás que Walter Pérez recibió solo afuera del área, pasó entre Ávila y Ojeda y definió solo ante el arquero.

Centra dio demasiadas ventajas con tres jugadores que venían de lesiones musculares como Damián Martínez, Gastón Ávila y Lucas Gamba y, además, fue un concierto de yerros defensivos.

Y Huracán fue la antítesis porque jugó mejor con la pelota, presionó la salida rival y tuvo la contundencia de Cóccaro, aunque no le alcanzó para clasificarse a la Sudamericana.

Central jugó el último partido del año y sobre la mesa había un plato muy apetecible como era el de volver a disputar la Sudamericana por segundo año de manera consecutiva pero lo dejó pasar.