Por Enrique Genovar
Por Enrique Genovar
Central juega 32avos de final de Copa Argentina ante Sol de Mayo. El anuncio del partido, así como se lo puede leer, no trae grandes expectativas. Sin embargo, por lo que no hizo el Canalla en este semestre el juego lleva el mote de trascendental. Es que al comienzo de este semestre se fijaron tres objetivos y solamente uno de ellos quedó en pie.
El equipo de Leandro Somoza enfrenta a Sol de Mayo, aquel que en 2019 marcó a fuego el ciclo de Paulo Ferrari, un rival que se preparó para ser protagonista importante en el torneo Federal A aunque está claro la diferencia de jerarquía entre uno y otro.
A principio de este año en Central se trazaron tres objetivos a cumplir en el primer semestre de competencia: clasificarse dentro de los primeros cuatro en su zona en el torneo local, ganar el clásico y pasar los 32avos de la Copa. En los dos primeros fracasó y le queda el último de los planteados para alcanzar.
Más allá de esto el encuentro de esta tarde es trascendental por otros motivos. Es que el presente no es para nada bueno, ni en lo futbolístico ni en lo institucional. En lo deportivo Central salió último en el torneo local y en lo que hace a la institución la misma está revolucionada porque la campaña electoral ya comenzó.
Por último, el choque ante los de Viedma es de suma importancia para el cuerpo técnico. Es que si bien sacó 6 puntos de los últimos 9 que disputó necesita de la clasificación a los 16avos para insertarle crédito a su estadía. Es que nadie puede asegurar la continuidad de Somoza al frente del equipo si hoy el Canalla queda eliminado de la competencia. Un técnico que en la previa tomó decisiones importantes y la que más hizo ruido fue la de prescindir de Emiliano Vecchio para el juego de hoy.