Por Enrique Genovar - CLG
Por Enrique Genovar
El presente de Central dista mucho con el de finales de 2023. Hace poco menos de 5 meses el Canalla se rodeó de gloria y hoy es un equipo que lucha contra sí mismo para poder redireccionar su rumbo. Pero la actualidad del equipo de Miguel Ángel Russo no es azarosa. Lo que se vio en el juego ante Atlético Mineiro sumado al pobrísimo desempeño que tuvo en la Copa de la Liga es el resultado de malas decisiones que se tomaron en el mercado de pases y errores a la hora de conformar cada 11 que sale a la cancha.
Si bien la dirigencia hizo el mayor esfuerzo en mantener la base del plantel que salió campeón, no atendió como debía algunas de las necesidades que tenía Central. Faltó traer al menos un volante que juegue por las bandas y uno o dos delanteros por si lo de Hernández no salía bien. Una muestra de que no fue bueno el mercado es que ante Mineiro el centrodelantero fue un pibe con solamente 8 ratos en primera y que de los que arribaron solamente fue titular Jonatan Gómez.
Pero no todo lo que sucede es por cuestiones que no fueron atendidas en el último libro de pases. Hay varios jugadores que no han vuelto a tener el nivel de cuando salieron campeones y a eso se le suman decisiones del entrenador poco entendibles con respecto a ubicaciones dentro del campo de juego. Se sabe desde hace rato que Tomás O`Connor no rinde en la posición donde jugó frente a los brasileros y a eso se le sumó la ubicación en la cual Russo colocó a Malcorra quien fue un espectador de lujo durante toda la tarde.
Central tiene chances de clasificarse a los octavos de final, pero esta posibilidad tiene hoy un sustento netamente matemático porque desde el juego está muy lejos de poder meterse entre los 16 mejores equipos de la Libertadores. Hubo errores en el mercado de pases y hay errores en el armado del equipo, algo que podía pasar está pasando. Las cartas están sobre la mesa, las soluciones deben aparecer porque si no el objetivo será imposible de alcanzar.