Por Enrique Genovar
Central volvió a estar más cerca de ganar que su rival, pero volvió a fallar. En un Gigante repleto, el equipo de Carlos Tevez no pasó del empate ante Platense. Así llegó a cuatro partidos sin ganar y se hunde cada vez en el fondo de la tabla de posiciones.
El entrenador canalla decidió hacer cuatro cambios para enfrentar a Platense. Y lo que llamó la atención es que en la semana, el once que salió a jugarle al Calamar, no había ensayado una sola vez. Es que el DT no llevó a cabo ni siquiera el tradicional trabajo de pelota detenida y recién le confirmó a sus dirigidos el equipo una vez en el Gigante.
Fue muy discreto el juego. Dos equipos limitados, dos realidades similares, aunque el más beneficiado con el resultado fue la visita. Ya que se llevó un punto de Rosario con un hombre menos desde los veinte minutos del complemento.
Central no supo cómo y se vio un equipo que solamente se sintió cómodo en la última parte de la etapa inicial. Desde el vamos fue Platense quien manejó las acciones y luego de un tiro en el travesaño llegó al gol tras una mala resistencia defensiva canalla. Con el correr de los minutos el equipo de Tevez creció y la última parte se jugó en campo calamar. Ahí llegó el gol bien anulado a instancias del VAR y en el descuento el empate de Buonanotte.
Para el segundo tiempo se esperaba otra imagen del Canalla. Sin embargo nada de eso ocurrió. El cuerpo técnico realizó variantes algo llamativas, como por ejemplo el reemplazo de los dos laterales. Y las otras modificaciones no cambiaron casi nada. El complemento que hizo Central fue malo y eso que quedó en superioridad numérica cuando el cronómetro recién marcaban los veinte minutos.
El final del partido encontró a los hinchas descontentos. Esa sensación que no para de repetirse y que parece que este plantel y este cuerpo técnico no pueden hacer que se modifique. Central sigue inmerso en una mediocridad llamativa y sigue dejando valiosos puntos en el camino.