Por Enrique Genovar
Central le ganó a Vélez y lo que logró no solamente fueron tres puntos. El Canalla mostró una de sus mejores caras y el triunfo dejó paz en el mundo auriazul. Una derrota o un empate jugando de mala manera habría arrojado una tormenta de verano y un torneo muy cuesta arriba. Los del Kily entendieron cómo debían jugar esta clase de partidos y ese fue uno de los motivos principales que los llevó a quedarse con los tres puntos en casa.
También es valorable el hecho de que esta vez no dependió de excelentes actuaciones de Vecchio y Ruben; fue el equipo quien hizo las cosas bien y se terminó quedando con tres puntos muy importantes.
Central impuso condiciones en casi todas las líneas y es para destacar el trabajo defensivo que tuvo durante todo el partido. Fue uno de los mejores partidos en defensa, el resultado nunca estuvo en peligro, los centrales se fusionaron muy bien y el arquero mostró seguridad. Claro que para haber logrado ese rendimiento mucho tuvo que ver la vuelta de Ojeda (la figura del partido) al equipo.
Además del rendimiento que tuvo Ojeda también se vio un buen partido de Montoya e Infantino, más allá de que ambos hicieron más a la hora de recuperar que en ofensiva. El Chaqueño mejoró mucho con respecto a lo que había mostrado en el primer juego del torneo e ilusionó a los hinchas con la posibilidad de que puedan ver una versión similar a la que tuvo en 2015. Y Gino, por su sector, se encargó de desgastar al rival y fue un hueso muy duro de roer para el tándem derecho de Vélez.
Esta vez Vecchio tuvo un partido “normal” pero así y todo su pie fue protagonista en la jugada que derivó en el único gol del partido. Gamba y Ruben tampoco sobresalieron y es por esto que la victoria se resalta aún más.
Por último, hubo mucho mérito del cuerpo técnico. No solamente en la estrategia que utilizó desde el vamos, sino en los movimientos posicionales y de nombres que hicieron durante el partido.
No hay dudas de que lo hecho ante los de Liniers debe ser un mojón en el camino de Central. Claro que conseguir esa regularidad no es fácil, pero ahora ya hay un espejo en donde mirarse y eso siempre es positivo. Este equipo demostró que puede ganar e imponer condiciones en los partidos, al mismo tiempo.