Por Enrique Genovar
Por Enrique Genovar
No hay dudas de que Central está haciendo una buena temporada. Los puntos acumulados en la tabla de posiciones así lo indican. Pero hay una deuda en la campaña que está presente desde hace rato y a esta altura es difícil que la pueda saldar en lo que queda del torneo: la escasa cosecha de unidades cuando juega de visitante.
Central como local luce firme y está haciendo un campeonato digno de un equipo que quiere pelear el torneo; pero cuando sale del Gigante es todo lo contrario. Y si bien todavía le quedan tres partidos como visitante la poca cantidad de puntos que consiguió en esta condición, hasta ahora, difícilmente hagan calificar de una manera diferente su campaña como visitante.
Ante Barracas Central, si bien no perdió, tranquilamente puede ser considerado como otro paso en falso fuera de casa. Es que ante el Guapo el equipo de Miguel Ángel Russo solamente pateó un tiro al arco (Pupi Ferreyra minutos antes de terminar el partido). Y no solo eso, sino que además el local le hizo sentir incomodidades en muchos pasajes del juego. Central volvió a fallar en su visita y esa es una de las causas por la cual no está más cerca del River de Demichilis.
Pero, ¿por qué sucede esto? Al ser fútbol no hay una respuesta única, sí hay cosas para analizar y diferenciar del Central “modo local” al Central “modo visitante”. Lo primero que hay que enumerar es que el rendimiento de la mayoría de los jugadores es totalmente diferente y uno de los ejemplos es Jaminton Campaz. El colombiano, en el Gigante, es un jugador que hace la diferencia, que es un arma muy importante que tiene el equipo para desnivelar y para llegar al gol. Pero cuando el Canalla sale casa el futbolista pasa desapercibido y su presencia no se nota.
Otras de las grandes diferencias es que de visitante el equipo casi no corre riesgos. Central fuera de su casa no arriesga y ante Barracas fue una muestra más de esto, ya que los cambios recién se dieron a los 30 minutos del complemento. La ambición del Canalla es totalmente diferente a la que tiene jugando como local.
Una cuestión que llama la atención es que el entrenador no ha podido ni siquiera encontrar regularidad, cuando le toca salir de Génova y Avellaneda, en cuanto al sistema de juego. Hasta ahora ha utilizado un esquema con tres centrales y otro con línea de cuatro. Si bien con los dos ha sufrido, con los tres zagueros ha hecho mejores partidos y ha obtenido su único triunfo (ante Huracán 2-0). Lo que llama la atención es que el DT no haya mantenido esto y si bien en el último no sufrió, con línea de 4, no pudo imponer condiciones.
La buena campaña se sostiene con la imbatibilidad que tiene en el Gigante, ya que cuando sale está en deuda y no hay dudas que la misma no podrá ser saldada en lo que queda del campeonato. Mejorar lo hecho fuera de casa es una de las grandes tareas que tendrá el cuerpo técnico en el corto receso que se vendrá antes del arranque del próximo semestre.