Por Enrique Genovar
Central ganó y así cortó las dos caídas en fila. Además, lo hizo con la valla invicta, lo que no deja de ser un plus. El equipo del Kily González jugó de menos a más en Santiago del Estero y se quedó con un triunfazo que lo vuelve a poner en carrera en busca de conseguir el primer objetivo.
No brilló y no le sobró demasiado, pero tenía que sumar de a tres y lo hizo. Así cumplió con la tarea que tenía, una victoria que trajo tranquilidad al “Mundo Canalla” y le dio aire al ciclo del entrenador.
Fue un partido durísimo para Central. Un encuentro que tuvo que luchar de principio a fin. Un juego donde si el primer tiempo terminaba con ventaja para el local nadie podía decir nada. En los primeros cuarenta y cinco minutos, salvo los momentos iniciales, el Canalla no la pasó bien. No tuvo juego y creo pocas situaciones de gol. El rival terminó mejor y si no era por Gaspar Servio, la gran figura del encuentro, tendría que haber marcado al menos un gol.
Sin embargo, en el complemento el equipo del Kily tuvo otra actitud. No se mostró frágil abajo y se paró de manera distinta en el campo de juego sabiendo concretamente que tenía que quedarse con lo que había en juego. Los cambios esta vez fueron en momentos precisos y ni hablar luego del gol donde el cuerpo técnico buscó cerrar el partido con el ingreso de Yacob y más allá de que los santiagueños tuvieron una oportunidad para igualar no tuvo mayores problemas.
En el final Emiliano Vecchio fue protagonista. Cuestionado por su rendimiento futbolístico y físico, el Gordo metió una corrida a minutos de final y le cometieron penal. Como ante Boca fue el encargado de patear y la pelota pegó en el travesaño. El capitán es importante esté como esté y lo demostró en su pegada que terminó en el tanto de Almada.
Una de las buenas noticias, además de la victoria, fue el debut de Juan Cruz Komar. El zaguero se mostró firme, tuvo voz de mando y casi anota de cabeza. A pesar de que sumó los primeros minutos se pudo ver que es un jugador importante para lo que pretende el Kily.
Central ganó y lo hizo de acuerdo como se presentó el partido. Tal vez no con sus formas pero el principal mérito fue que pudo sobrellevar un encuentro difícil. Se viene Barracas y después el Clásico, dos partidos claves. El primero porque será el reencuentro con su gente luego de la mala presentación ante Godoy Cruz y el segundo por su peso propio. Dos partidos importantes que de acuerdo a cómo se den lo podrán catapultar o no como serio candidato para quedarse con uno de los pasajes para la siguiente etapa que tendrá el torneo.