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Opinión canalla: «Central mereció un poco más, pero no pudo»


Por Enrique Genovar

Por Enrique Genovar

Tal vez mereció un poco más. Pero de ser así el fundamento solamente estaría en que llegó un poco más que su rival. Pero en líneas generales el empate fue justo. Claro que el haber sumado solamente un punto no le sirve de nada a Central. Ya que el hecho de haber perdido mucho terreno al comienzo lo ha puesto en una situación donde sumar de a tres es fundamental para lograr algo en este torneo.

Otra vez demostró ser un equipo irregular. Un equipo al que nadie le puede achacar sus buenas intenciones, pero cuyas críticas por su juego son todas valederas.

Central es un equipo que tiene virtudes en algunas de sus individualidades, pero para que esto se concrete en el resultado tienen que estar todas ellas en cancha. Pero es un equipo que tiene errores y la mayoría son groseros y están en su última línea.

En el primer tiempo tuvo varias situaciones, pero no pudo lastimar más de una vez a Platense. El local tuvo pocas, pero aprovechó un yerro infantil en la forma de cortar de Ávila y facturó. El resto de las acciones que se dieron en la primera parte fueron de poca monta. Los dos equipos jugaron de una manera poco vistosa.

Lo mejorcito del conjunto del Kily fueron las intenciones de Gamba y no mucho más.

El complemento le pedía a Central otro protagonismo. Protagonismo que algo pudo tener con el ingreso de Emiliano Vecchio, pero claro está que no fue suficiente. Un par de llegadas de riesgo y no mucho más, fue lo que poco que mostró el Canalla para ir en busca de los tres puntos.

Central volvió a dejar una imagen poco sólida en su funcionamiento. Las buenas intenciones del equipo no fueron suficientes para lograr el objetivo que fue a buscar. Otra vez evidenció rastros de ser un conjunto con bases pocos confiables. La falta de solidez en defensa resulta llamativa y no hacer más que demostrar que el problema se hizo crónico y no tiene solución. Ganar la mayoría de lo que le queda se impone, pero jugando como jugó en Vicente López serán más los dolores de cabeza que las alegrías y así el sueño de volver a recorrer esta parte del mundo se esfumará rápidamente.