Por Enrique Genovar
Por Enrique Genovar
Central volvió a fallar. Y aunque esta vez tuvo como atenuante el hecho de que el Kily puso un equipo de suplentes para jugar en Junín, los puntos valen igual. Fue muy discreto lo que hizo el Canalla ante Sarmiento donde recibió el tercer cachetazo en fila en un torneo donde solamente suma tres puntos de quince posibles.
Los suplentes no estuvieron en una buena noche. Una noche pálida donde lo único positivo fue que Jorge Broun sumó timing pensando en el compromiso del martes ante Bragantino.
Desde el vamos a Central le costó mucho el partido. No porque el rival haya sido de temer, sino porque el equipo del Kily no generó nada. Ante esa desconectividad que mostró el Canalla desde el comienzo del partido, Sarmiento con sus humildes armas se fue animando. No llevó casi nada de peligro en la primera parte, pero impuso condiciones en la gran mayoría del tiempo.
Ya en el complemento, el rival se puso arriba en el marcador y el partido se terminó. Sí, ya que Central solamente tuvo una ocasión de gol para empatar y nada más. El Kily siguió sumando juveniles a la cancha y esto no solamente hizo que el resultado no cambiara sino que llevó a que el local se sintiera cada vez más cómodo en el partido.
La actualidad en el certamen local es preocupante. Es que sólo se impuso a Vélez y los otros cuatro encuentros los perdió ante rivales de no mucha monta. Una situación que no es más angustiante porque tiene la copa por delante. Los cuartos de final ante el equipo brasileño serán determinantes para que el semestre no se termine rápidamente; es que el Canalla hipotecó su suerte en el torneo de manera muy temprana.
Central no tiene plantel para la doble competencia. Esto se sabía de antes. Lo que no se conocía era que el mercado de pases iba a ser malo, donde no sólo no vinieron jugadores en las posiciones donde hacía falta, sino que los que llegaron lo hicieron tarde.