Por Enrique Genovar - CLG
Por Enrique Genovar
No fue una caída más la que sufrió Central en Liniers. Fue una derrota merecida por lo mal que está haciendo las cosas en esta parte del torneo. Con el tropiezo ante Vélez es la primera vez, desde el regreso de Russo, que pierde dos partidos de manera consecutiva; todo un síntoma de que más allá de haber ganado recientemente el Clásico el equipo está lejos de lo que se requiere para volver a ser protagonista. En el Amalfitani, el Canalla jugó mal y si bien el gol de los locales llegó a lo último, sólo fue por el aguante del sistema defensivo en gran parte del compromiso.
Las fallas que tuvo el equipo en cancha de Vélez no fueron nuevas. Es que las mismas vienen desde hace rato, claro que como toda regla hubo una excepción y fue el partido contra Gimnasia. Y fue precisamente a ese encuentro al que apostó el entrenador para armar el once que puso ante el Fortín.
A pesar de las variantes que presentó el equipo el juego fue el mismo. Central volvió a jugar mal, ni siquiera pateó dentro de los tres palos de Merchiori.
Y en los últimos tres partidos solamente contabiliza un tiro franco al franco que fue el de Malcorra, en el gol del Clásico.
Nadie duda de la experiencia y de la sabiduría del entrenador, pero está claro que el equipo aún no ha arrancado en lo que va de 2024 más allá de las tres victorias que consiguió en las 9 fechas. El tiempo comienza a apremiar y volver a sumar de a tres se impone en el corto plazo.
Si bien no hay recetas magistrales ni mucho menos es hora de buscar un once titular. Ya a esta altura el entrenador junto sus colaboradores tiene un panorama completo de cómo están aquellos que llegaron en el último mercado. El tiempo para utilizar futbolistas que están por debajo de su nivel comienza a acotarse. Es que quedar sin chances de clasificación a los playoffs mucho antes del final es un golpe duro para el último campeón.
Por otro lado, independientemente de los nombres a utilizar, Central tiene fallas que ya no debería evidenciar a esta altura de la competencia. El equipo no tiene generación de fútbol, no lastima, le cuesta horrores jugar con la pelota y sin ella. Ha sufrido mucho los partidos y en salvo contra Gimnasia y parte del encuentro frente a Newell’s ha jugado más como quería el rival que como pretendía hacerlo.
Ganar es lo que le viene. Una victoria que haga renacer las esperanzas de que puede. Siempre, en todo torneo hay un partido que es un quiebre para los equipos y el del Canalla debe ser el encuentro ante La Gloria donde sin dudas tendrá un plus que es que el acompañamiento de su hinchada.