Por Enrique Genovar - CLG
Por Enrique Genovar
Central volvió a dar un mal espectáculo. Y lógicamente no se trajo nada de su viaje a La Paternal y encima quedó sentenciado de que, más allá de una cuestión netamente matemática, se despidió de llegar a los playoffs. El equipo de Miguel Ángel Russo nunca estuvo a la altura y fue una presa fácil para un rival que está haciendo muy bien las cosas y más en su cancha.
Central está en problemas y a esta altura del año y de cara al inicio a la competencia más importante de todas, su presente ha encendido todas las alarmas. Las mismas indican que virar ahora es lo aconsejable y que de seguir como está solamente participará de la Libertadores cuando el objetivo es competir. Participar es ir sin un objetivo, es ir a ver qué pasa. Competir en cambio es otra cosa, es ir a buscar un objetivo y ese, para un club como Central debe ser el de la clasificación a octavos de final.
Claro está que si continúa por esta senda de incertidumbres, no le irá bien en la competencia por excelencia que los clubes tienen en esta parte del mundo y a la que el Canalla accedió por ser campeón.
Miguel Ángel Russo dijo en conferencia que es el responsable del momento que atraviesa Central. Un técnico de su trayectoria tiene espalda para decir eso y está bien. Pero la responsabilidad es compartida y para mejorar todos tienen que hacer algo más porque lo que han hecho hasta ahora está claro que no alcanza. Obvio que hay una excepción y ese es Jorge Broun, el arquero está en un gran momento y más no se le puede pedir.
Hablar del mercado de pases que está claro que hasta ahora no ha dado soluciones no es momento. Central tiene un poco más de cuando logró el torneo, ahora el norte debe estar en encontrar los mejores protagonistas para poder cumplir el objetivo. El presente exhorta al cuerpo técnico a hacer un trabajo especial para intentar volver a ser competitivo de cara al comienzo de la Copa Libertadores. El intento lo tiene que hacer, luego los resultados darán el veredicto final.