Por Diego Añaños
Faltan dólares en la economía argentina. No parece una novedad, claro, pero hay momentos en los que la escasez se hace más evidente. El gobierno está tratando de rascar el fondo de la olla, para ver si encuentra algo, pero no parece encontrar nada. Se cerró la ventana para liquidar dólar soja Batakis y el intento fue un rotundo fracaso. Hasta antes el martes pasado, sólo 240 productores habían aceptado vender sus granos a cambio de un plazo fijo ajustado al tipo de cambio oficial por el 70% de la operación, y la posibilidad de comprar dólares a precio oficial con el 30% restante. Sólo $2.600 millones, menos de U$S9 millones blue, virtualmente nada, casi un papelón. En las últimas horas comenzaron a circular versiones que sostenían que Sergio Massa había arrimado a la mesa de negociación la oferta, solamente válida para el mes de septiembre, de un dólar de $200 (el dólar Sergio, o dólar Massa) para la venta de soja. La medida significaría un aumento del 44% para el percibido real de los productores, que hoy están vendiendo a un tipo de cambio efectivo de $90 por dólar (es decir el tipo de cambio oficial menos el 33% de las retenciones). De este modo, los productores se asegurarían recibir un precio mayor del que están recibiendo actualmente, y el gobierno se aseguraría el ingreso de alrededor de U$S5.000 millones de dólares extra. Todo en potencial, obvio, como con el dólar Batakis, con el que esperaban recaudar algo así como U$S2.500.
Paralelamente, y a comienzos de la semana, el gobierno le confirmó a la industria frigorífica que a partir del mes de septiembre, habilitará la exportación adicional de 4.500 millones de toneladas de carne vacuna, un significativo aumento del 15% sobre el nivel mensual autorizado hasta el mes de agosto. Es sin dudas una señal positiva para el sector, pero que sólo agrega alrededor de U$S30 millones extra. La Mesa de Enlace venía reclamando la apertura de las exportaciones de carne vacuna, que viene siendo regulada por el gobierno desde mayo del año pasado. Si bien no implica la apertura total, la medida avanza en el sentido de ampliar las cuotas exportables. La cuestión es que el gobierno se debate entre dos necesidades: por un lado el indispensable ingreso de divisas, y por el otro garantizar que el precio de la carne no vuele.
En un acto realizado el día miércoles en la planta de Toyota ubicada en la localidad de Zárate, Sergio Massa, junto a Ignacio de Mendiguren, anunciaron la reglamentación del decreto 150, de marzo de 2021. La medida pone en marcha la eliminación de las retenciones sobre la exportación de vehículos y autopartes que excedan el monto exportado el año pasado. En concreto, las terminales y autopartistas, que venían tributando una alícuota de entre el 3 y el 4,5%, pasarán a pagar 0% de derechos de exportación hasta fin de año sobre el incremento de sus ventas.
Finalmente, Sergio Massa, junto a la secretaria de Minería, Fernanda Ávila, se encuentran ultimando los detalles de un programa que apunta a incrementar las exportaciones de minería metalífera y de proyectos de litio, ubicados en las provincias del noroeste argentino. De acuerdo a los trascendidos, el ministro de Economía anunciará el otorgamiento de entre un 10 y un 25% de acceso libre a las divisas de las exportaciones que generen los proyectos del sector. Desde el Palacio de Hacienda aclararon que no se trata de la creación de un tipo de cambio diferencial, y que el objetivo no es la creación de un “dólar minero”, o “dólar litio”,
aunque es evidente que la liberalización del acceso a las divisas provenientes de las exportaciones es en sí una flexibilización indirecta de las restricciones cambiarias.
Como verán, la lucha por conseguir los dólares que le permitan un resuello al gobierno, aunque sea momentáneo, no tiene descanso. Y no sólo en el terreno económico, sino también desde la política. En medio de la presentación del alivio fiscal para las automotrices, el ministro de Economía hizo un llamamiento a los empresarios y a los gremialistas del sector a enfrentar a “los que pretenden timbearse los dólares de las reservas del Banco Central”, para luego sostener que, mientras los empresarios automotrices luchaban por conseguir dólares para importar insumos, un juez habilitaba una cautelar de emergencia para importar toallas por U$S20 millones. Está claro que Massa no puede focalizarse solamente en las medidas concretas, sino que además debe construir su propio capital político, porque de ello depende el éxito de su gestión.