En la capital provincial incautaron hasta un ring presuntamente utilizado para peleas clandestinas
En dos procedimientos distintos realizados en las ciudades de Santa Fe y Rosario, fuerzas provinciales y municipales intervinieron en situaciones de maltrato animal que dejaron al descubierto prácticas clandestinas y conductas indebidas.
El primero de los hechos ocurrió este jueves en la ciudad de Santa Fe, en un domicilio ubicado en las calles Azcuénaga y Alberdi. Allí, personal de la Policía de Investigaciones (PDI), en conjunto con la Brigada de Rescate Animal de la Policía Ecológica, secuestró 26 gallos de riña alojados en jaulas individuales, un ring presuntamente utilizado para peleas clandestinas y elementos vinculados a esa actividad ilegal, como guantines, protectores de cabeza y medicamentos veterinarios.
La intervención se produjo mientras se desarrollaba un operativo por narcotráfico, cuando los agentes detectaron el improvisado escenario de combate entre aves. La fiscal de turno, Dra. Martí, ordenó el secuestro de todos los elementos y dispuso que una mujer identificada en el lugar sea imputada por infracción a la Ley Nacional 14.346, que sanciona el maltrato y la crueldad hacia los animales. La imputada quedó en libertad y la causa continúa en investigación.

El segundo episodio tuvo lugar este sábado en Rosario, en la zona sur de la ciudad. Un vecino alertó que un auto Toyota Corolla gris transportaba a un chivito en el baúl, cuya compuerta estaba entreabierta, en la cuadra de Uruguay al 1000. La denuncia movilizó a personal de Protección Animal de la Municipalidad y a la Brigada Ecológica, quienes rescataron al animal y labraron un acta de infracción contra el conductor, quien fue además demorado por la policía y quedó a disposición de la Fiscalía.
El hombre argumentó que trasladaba al animal hacia una exposición, pero el operativo determinó que el transporte no cumplía con las condiciones mínimas de seguridad y bienestar. El chivito fue examinado por una veterinaria y será ubicado en un espacio adecuado bajo supervisión de la Brigada.
Ambos casos vuelven a poner en agenda la importancia de denunciar y actuar frente al maltrato animal, así como la necesidad de reforzar los controles para prevenir estas prácticas que vulneran los derechos de los seres vivos no humanos.
