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Operan con éxito del corazón a un feto de 32 semanas


El diagnóstico era “estenosis aórtica crítica”. Este trastorno constituye el tres por ciento de las cardiopatías congénitas y representa una de las afecciones de posible tratamiento prenatal en casos seleccionados

La paciente de 32 años cursaba el octavo mes de embarazo,  fue derivada desde un hospital público para la realización de una práctica quirúrgica de alta complejidad y difícil resolución.

Para que la intervención resultara exitosa fueron muy importantes tanto el diagnóstico oportuno -realizado por el cardiólogo infantil, doctor Esteban Vázquez-, como la logística de traslado de la paciente desde la ciudad de La Plata.

Obstetras, cardiólogos, neonatólogos, anestesiólogos, hemodinamistas e instrumentadores participaron de un procedimiento quirúrgico poco frecuente que sólo se realiza en 15 centros en todo el mundo.

La intervención:

El diagnóstico era “estenosis aórtica crítica”. Este trastorno constituye el tres por ciento de las cardiopatías congénitas y representa una de las afecciones de posible tratamiento prenatal en casos seleccionados.

“Consiste en una obstrucción severa a la salida del ventrículo izquierdo hacia la aorta. Afecta el flujo normal de la sangre por el corazón. Sucede cuando el lado izquierdo del corazón del bebé no se forma correctamente mientras se desarrolla durante el embarazo”, explica a Con Bienestar Pablo Marantz (M.N. 54.461), director médico de Fundación Hospitalaria y cardiólogo infantil.

Los progresos en la tecnología son claves. En la actualidad, una técnica concreta y segura para la madre permite solucionar este problema. De todas formas, el procedimiento exige un alto grado de preparación y un equipo multidisciplinario integrado por profesionales de distintas ramas de la medicina.

“Si no se detecta, el bebé nace con hipoplasia del ventrículo izquierdo, es decir con un ventrículo único”, advierte el médico. En estas condiciones, el músculo cardíaco no puede desarrollarse correctamente y acaba perdiendo la capacidad de bombear sangre.

La mayoría de los niños que sufren esta clase de problemas mueren antes de nacer, y los que sobreviven al parto difícilmente superan las 24 horas de vida.