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Ocho de cada diez mujeres y LGBTIQ+ atravesaron situaciones de hostilidad y violencia


Según el informe de la organización Chicas en Tecnología, "el bajo porcentaje de diversidades de género en la muestra, puede ser interpretado como un indicador de la baja participación e inclusión de otras identidades de género dentro del sector y en el mercado laboral formal"

Ocho de cada diez mujeres y LGBTIQ+ que trabajan en el ecosistema tecnológico argentino experimentó, alguna vez, situaciones de discriminación, violencia y acoso en el trabajo, lo que atribuyeron a su género, reveló un nuevo informe de la organización Chicas en Tecnología.

El 96 por ciento de las 1.092 personas encuestadas son cis género, y el 4,12 se identificó con otras identidades de género.

«El bajo porcentaje de diversidades de género en la muestra, puede ser interpretado como un indicador de la baja participación e inclusión de otras identidades de género dentro del ecosistema tecnológico y en el mercado laboral formal», se detalló el documento.

El resultado surgió de un nuevo estudio sobre Género y Cultura Organizacional realizado durante noviembre y diciembre del 2022, y presentado esta semana, por iniciativa de la organización Mujeres en Tecnología, en alianza con la consultora SMS Latinoamérica y el apoyo de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios Argentino Brasileña (Cambras).

La pesquisa incluyó a mayores de 18 años de todos los géneros que se desempeñan en sectores laborales como desarrollo, calidad, implementación de software, análisis en las diferentes áreas de sistemas, soporte de infraestructura, diseño web/UX, servicio técnico de hardware, infraestructura, análisis y ciencia de datos.

La mayoría de las respuestas fueron de quienes viven en Córdoba (44,5%); seguidas por Ciudad de Buenos Aires (18%); provincia de Buenos Aires (12,8%) y Santa Fe (4,1% );.

El 45,5% de las personas que respondieron tiene entre 30 y 40 años, un 25% es menor de 30; un 20,24% representa al sector etario de entre 40 a 50 años, y 9,71% el de 50 años en adelante.

Para profundizar en las dinámicas y comportamientos organizacionales, el estudio analizó cómo están compuestos los equipos de trabajo y cómo se manifiesta allí la brecha de género.

Así, se encontró que el 34% de las mujeres y diversidades de género cuentan con menos de 3 años de experiencia en tecnología.

En el caso de los varones, solo el 20% está en la misma situación, mientras que el 50% cuenta con trayectorias de más de 10 años de experiencia.

A su vez, las mujeres y LGBTIQ+ se encuentran subrepresentadas en puestos de programación, es decir, aquellos roles en los que se crean programas o aplicaciones a través del desarrollo de un código fuente.

De hecho, un 62,5% de mujeres y diversidades de género ocupan puestos no relacionados con la programación.

«Este factor contribuye a la brecha salarial y la propensión a vivir agresiones tales como menor reconocimiento, cuestionamiento o menosprecio a sus contribuciones, fenómeno denominado segregación horizontal’, y conocido como ‘paredes de cristal’ que, en conjunto y con las diferencias en trayectoria y bases formativas, reproducen las desigualdades de género y ponen en desventaja a las mujeres y las diversidades hacia el interior de la industria tecnológica», se consideró en el estudio.

Una persona que participó de la encuesta contó: «Me ha pasado que atribuyan mi elección en el mundo IT con relación a mi orientación sexual: ‘Las lesbianas son programadoras'».

El bullying, bromas o comentarios de índole discriminatoria, sexista o inapropiados o ligadas a deseos reproductivos y de planificación familiar, también fueron situaciones mencionadas por las personas que participaron del informe.