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Obstetra cordobesa denuncia «un sistema de salud devastado»: «Dan ganas de llorar»


El descargo de la profesional de la salud en Facebook se hizo viral en poco tiempo

La carta de una obstetra de Córdoba explicando la compleja situación sanitaria que atraviesan se hizo viral. Se trata de Silvina Peirú Musse quien trabaja en el hospital de Valle Calamuchita. Con indignación, escribió en un posteo de Facebook cómo enfrentan las distintas necesidades en el nosocomio, a pesar de la falta de personal y elementos.

«Uno le pone amor a la tarea, pero el amor se te diluye en la ineficiencia de un sistema de salud devastado. Lo dijimos, lo denunciamos. Pero nada les importa. Nada», comenzó su descargo. Además, denunció: «Hoy el hospital no tiene anestesista nuevamente, la semana pasada dos días sin anestesia. Esta semana dos días más».

Para ilustrar la gravedad de la situación, Silvina reveló que en la última jornada habían trabajado «sin pediatra». «Solo dos choferes de ambulancia para traslados durante la semana, personal de enfermería reventado haciendo 12 horas», agregó.

El descargo fue escrito cuando la obstetra llegó de acompañar un parto en esas condiciones: «Si se hubiera requerido una cesárea nada podíamos hacer, estamos a dos horas de cualquier otro centro de salud. Si el bebé hubiera requerido una intervención de pediatría, nadie estaba ahí del servicio para resolverlo. Solo una enfermera, y nosotras. Que somos obstetras. Nada más».

«Agota, frustra, enoja», resumió la profesional. Según ella misma explicó todo el Valle de Calamuchita se atiende en esa institución, además, en medio de la temporada turística la demanda suele ser mayor. A pesar de estos atenuantes, las condiciones siguen siendo insuficientes.

La compleja situación se repite en varios centros turísticos. La llegada de personas de distintos puntos del país al mismo lugar por tiempos cortos y la necesidad, en muchos casos, de asistencia médica complica aún más la realidad de centros médicos ya saturados por la pandemia.

«El amor no alcanza ante la ineptitud y la desidia. Le ponemos corazón, garra, paciencia. Pero no alcanza. Estamos agotados, estresados y dan ganas de llorar», describió. Y cuestionó: «¿Quién responde por nuestro pueblo? ¿Quién se hace cargo? ¿Quién se responsabiliza por el abandono? ¿Dónde están los políticos, la cámara de turismo? ¿Dónde está nuestra gente exigiendo respuestas?».