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Avance en salud

Nuevo tratamiento contra el cáncer de mama reduce un 30% de mortalidad


Todos los años se diagnostican en la Argentina casi 20.000 nuevos casos de cáncer de mama, conviertiéndolo en el tumor femenino más frecuente.

Si bien es sabido que detectado a tiempo presenta un elevado nivel de curación, por lo que los especialistas ponen énfasis en la importancia de los controles periódicos, en uno de cada tres casos el tumor progresará a un estadio avanzado, y dejará de estar localizado en la mama para posiblemente expandirse a otros tejidos u órganos del cuerpo.

Así, cuando el cáncer de mama se disemina fuera de la mama y de los ganglios regionales, se denomina cáncer de mama metastásico. Para estos casos, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó en los últimos años tres nuevas drogas que extienden la calidad de vida al paciente y reducen drásticamente la mortalidad.

Esta semana, en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica en Chicago (ASCO, su sigla en inglés), médicos de varias nacionalidades presentaron nuevos estudios de una de estas tres drogas aprobadas en nuestro país. Los expertos mostraron que la adición del medicamento inhibidor de ciclinas ribociclib en el tratamiento general elevó las tasas de supervivencia al 70% después de tres años y medio, frente a un 46% de las mujeres que recibieron el tratamiento estándar. Además, la tasa de mortalidad fue un 29% menor que cuando las pacientes recibieron un placebo.

La autora principal, Sara Hurvitz, dijo que el estudio se centró en el cáncer de mama con receptores hormonales positivos, que representa dos tercios de todos los casos de cáncer de mama entre las mujeres más jóvenes y que en el pasado ha sido generalmente tratado con terapias que bloquean la producción de estrógenos.

«Realmente puedes obtener una sinergia o una mejor respuesta, una mejor eliminación del cáncer, al agregar uno de estos inhibidores del ciclo celular, además de la supresión hormonal», aseguró Hurvitz, quien destacó que el tratamiento es menos tóxico que la quimioterapia tradicional porque «ataca de manera más selectiva a las células cancerosas, bloqueando su capacidad para multiplicarse».

El nuevo ensayo, que analizó más de 670 casos, incluyó solo a mujeres menores de 59 años que tenían cáncer avanzado (en etapa 4) para el cual no habían recibido una terapia de bloqueo hormonal previa.

La droga se administra mediante una píldora diariamente durante 21 días, seguidos de un descanso de una semana para permitir que el cuerpo se recupere, ya que dos tercios de los pacientes tienen una disminución de moderada a grave en el recuento de glóbulos blancos.